martes, 22 de noviembre de 2022

FAIRE OU NE PAS FAIRE (DE) QUARTIER

Journée du 16 décembre 2022 – “Faire ou ne pas faire (de) quartier?” 

Le projet collectif (UMR ArScAn) ARCHÉOLOGIE DU FAIT URBAIN (AFU) tiendra le vendredi 16 décembre 2022 sa cinquième journée d’étude. Elle aura pour sujet “Faire ou ne pas faire (de) quartier ?”

Besançon – ZAC-Pasteur – vue d’une partie des vestiges antiques en cours de fouille © Dominique Delfino, INRAP


Cette journée d’étude aura lieu à l’université Paris Nanterre (Bâtiment Max Weber, salle de séminaire 2) et en distanciel le16 décembre 2022, de 9h00 à 17h30. Le programme de cette journée est disponible ici

Si vous souhaitez assister à cette journée, nous vous demandons de bien vouloir vous inscrire sur le tableau à cette adresse

N’hésitez pas à diffuser l’information dans vos réseaux!

jueves, 28 de abril de 2022

¿Qué fue de los baños del Almirante?

Josep Vicent Lerma, Levante-EMV, 7 de agosto de 1999

© Chosovi Wikimedia Commons

Los supuestos baños árabes del Almirante de Valencia fueron objeto, entre los años 1991 y 1993, de importantes intervenciones arqueológicas cuyos objetivos no eran otros que conocer en profundidad la realidad arquitectónica de los parámetros de dicho edificio balneario, declarado por el Consell bien de interés cultural (BIC) en 1990, como etapa previa a su definitiva restauración. 

Considerados desde Laborde hasta entonces como el único ejemplo de construcción civil perteneciente al momento islámico conservado en pie en la ciudad de Valencia, las citadas investigaciones le arrebataron tal condición, asignándole una fecha de construcción de principios del siglo XIV, ya en un momento plenamente cristiano-medieval, lo que evidentemente no le resta un ápice a su valor patrimonial, sino todo lo contrario, al posibilitar su nueva adscripción al desconocido contexto cultural del mudéjar local, en el que se incluiría asimismo el primitivo Almudín valenciano.

Comenzadas las labores de restauración en el ya lejano año de 1994, el proyecto entonces en curso contemplaba la restitución de la desaparecida columnata del vestuario, derribada en el año 1800, utilizando para ello fustes de piedra no originales, que dejando a un lado la prohibición taxativa de las reconstrucciones de bienes culturales inmuebles que determina la ley de patrimonio histórico español (ley 16/1985), todavía pueden verse hoy sin armadura o forjado alguno, junto a las abovedadas salas contiguas del propio baño. Y ello a pesar de las declaraciones efectuadas a Levante-EMV en el año del Señor de 1996 (martes 27 de marzo) por el arquitecto Higinio Picón, jefe del Servicio de Gestión Inmobiliaria de la Conselleria de Hacienda, en las que se anunciaba la prevista recuperación definitiva del estado original del monumento a finales de aquel mismo año. 

Casi tres largos años después, los baños del Almirante, desprovistos de su portada neomudéjar, muestran en la actualidad una lamentable imagen externa de aparente abandono y paralización, con provisionales cubiertas de uralita, tapiados de ladrillo e improvisadas puertas de madera, tras las que se vislumbran algunas de las nuevas columnas con capiteles lisos, de las diez programadas inicialmente en el proyecto rehabilitador. 

Presente situación que para mayor abundamiento contrasta con el creciente interés patrimonial que estas arquitecturas vienen despertando en el ámbito estatal entre aquellos sectores implicados en el fortalecimiento del denominado turismo cultural, como potencial fuente de ingresos económicos de los conjuntos urbanos y centros históricos. Tendencia palmariamente ejemplificada en las I Jornadas de Patrimonio Histórico. Baños Árabes. Arqueología y Restauración, celebradas en Ronda (Málaga) en octubre de 1998. 

Por todo lo cual, a la luz de tal estado de cosas, y toda vez que los técnicos del Ayuntamiento de Valencia han demostrado sobradamente su solvente competencia profesional en el acondicionamiento arquitectónico y puesta en valor museográfico de enclaves como la denominada cripta de la cárcel de San Vicente, las ruinas romanas de la Almoina o la futura galería del Tossal, parecería conveniente iniciar una serena reflexión sobre la conveniencia de implementar una posible solicitud de cesión de uso de los baños del Almirante en este sentido que redundara en su siempre pospuesta recuperación e integración patrimonial, de acuerdo con lo previsto en el artículo 90.3 de la ley del patrimonio cultural valenciano (ley 4/98), sobre el uso de inmuebles de titularidad pública, en el que se establece que «las administraciones públicas, cuando sea conveniente para la mejor conservación, restauración y promoción de los bienes inmuebles incluidos en el inventario general del patrimonio cultural valenciano de que sean titulares, podrán céder el uso de tales bienes, incluso de los declarados de interés cultural, a las personas o entidades que lo soliciten y garanticen adecuadamente el cumplimiento de los fines mencionados». Lo que parece ajustarse como anillo al dedo a la problemática patrimonial de este injustamente olvidado monumento valenciano.

ARQUEOLOGÍA DE LOS ESPACIOS DEL PODER

Josep Vicent Lerma, Levante-EMV, 12 de abril de 2022

Entre los profesionales de la gestión ambiental suelen utilizarse denominaciones como Arqueología de las Autopistas, de los Gaseoductos, de los Aerogeneradores o de los modernos Huertos Solares fotovoltaicos, descriptivas de diferentes momentos caracterizados por la proliferación los trabajos arqueológicos preventivos necesarios para la implantación sobre el territorio valenciano de dichas grandes infraestructuras y de los que es un paradigma la cuidada publicación “Paisaje y arqueología de la Sierra de la Menarella” (2007). 
 
 En este sentido se nos anuncia ahora desde la Generalitat, amén de la compra de los monumentales Correos de Valencia y Castellón, la apertura a la ciudadanía en otoño de este mismo año 22, dentro de la iniciativa Palaus Transparents, del conjunto patrimonial del siglo XIV formado por el Palau de l´Almirall, los baños mudéjares homónimos y las ruinas romanas subterráneas (collegium/termae) conservadas in situ desde 1988 (Levante-EMV, 20-03-2022) y a las que en estas mismas páginas dedique hacia 1999 el título “¿Qué fue de los baños del Almirante?”. Artículo testimonial de opinión en el que lamentaba, ya hace la friolera de más de veinte años atrás, el estado de abandono de este “contenedor arqueológico llamado al perenne olvido por parte de los valencianos de a pie, que desprovisto desde 1990 de cualquier propuesta museográfica de aprovechamiento didáctico o de acondicionamiento físico y climático de los vestigios allí encapsulados in vitro, que hiciesen viable la puesta en valor de tan significado retazo del entramado viario de la Colonia Valentia, ha resultado de prácticamente imposible recorrido por parte de los ciudadanos interesados en visitarlo”. 
Pasión palaciega focalizada aparentemente en la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico, dirigida por Vicent Soler, que en diciembre de 2020 amplio su mecenazgo inmobiliario con la adquisición por la módica cantidad de cinco millones de euros del vecino Palacio de los Marqueses del Tremolar (1862), obra del arquitecto Jorge Gisbert, levantado sobre el antiguo circo romano. Edificio decimonónico que viene a sumarse a otras ilustres escenografías del poder valentino previamente rehabilitadas como, entre otros, el Palacio de Santa Bárbara, el Palau de los Catalá de Valeriola, el de Forcalló o el de Pineda. 
 

Además del proyecto de recuperación histórica y arquitectónica de esta misma conselleria iniciado a finales del año 2016 en el Palacio de Calatayud de la castiza calle Micalet número 5, conformando así una arqueología áulica de “nuevo rico”, dotada este lustro con casi 90.000 euros, a cargo de arqueólogos liberales, ajena a los riesgos a los que están sometidos los promotores edilicios particulares de tener que parar obras por algún inesperado hallazgo anticuario de los habituales en Ciutat Vella, mientras que en cambio si éste se produce en el marco de esta privativa arqueología palatina, parece aplicarse el viejo axioma de los tres monos sabios. 
 
Disonancia cognitiva que transcurridos cinco largos años después del Decreto 107/2017 por el que se aprobó el Reglamento de regulación de las actuaciones arqueológicas en la Comunitat Valenciana, en cuyo Título III se restablecía la creación del Consejo Asesor de Arqueología y Paleontología, se implementa desde la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la resiliente Carmen Amoraga, en una indolente galbana administrativa hasta hoy, para efectuar ni uno solo de los nombramientos de sus preceptivos 24 vocales, sin un solo reproche al respecto de la Sección de Arqueología del CDL de Yolanda Alamar en su diatriba anónima “La Batalla de trabajar en la Arqueología” (Suplemento Especial Patrimonio. Levante-EMV, 26-02-2022). 
 
Razones todas ellas por las cuales esta ufana nueva rama escindida, en apariencia autónoma, de la Arqueología Urbana y a la espera de sus venideros réditos intelectuales, creemos que en puridad debería ser académicamente merecedora del epíteto específico de “Arqueología de los Palacios”, predicable igualmente de los palacetes de otras administraciones públicas (Palacio de los Marqueses de Montortal), instituciones universitarias (Palau de Cerveró) o de las emergentes fundaciones de todo tipo neo-burguesas, entre cuyos ejemplos más señeros descollan el barroco Palau de Valeriola de la calle del Mar, futuro Centro de Arte Hortensia Herrero y el gótico Palau Joan de Valeriola de la fundación Chirivella Soriano. 
 
Sin olvidar, por último, entre las sedes emblemáticas de la administración central del Estado, la onerosa y larguísima rehabilitación, plagada de incidencias burocráticas, durante más de una década del neoclásico Palacio del Temple (Levante-EMV, 7-06-2019), en la que desapareció el antiguo salón de plenos de la Diputación del siglo XIX (Levante-EMV, 15-03-2017), de acuerdo con la denuncia de la diputada Ana Botella y la sala de la muralla islámica con barbacana y dos torres cuadradas, descubiertas por las excavaciones arqueológicas allí realizadas, al parecer continúa aún en barbecho, pendiente de musealizar e innaccesible al común de los valencianos

lunes, 25 de abril de 2022

FACE à FACE


À l'occasion de l’exposition Face à Face, visière d'un cavalier romain, (du 22 janvier au 9 mai 2022) le musée d'Archéologie nationale inaugure sa première série de podcast. Découvrez, chaque semaine, un épisode de la fabuleuse histoire de la visière de casque romain de Conflans-en-Jarnisy, racontée par des spécialistes et animée par des acteurs. 

Podcast produit par le musée d'Archéologie nationale - Domaine national de Saint-Germain-en-Laye, en collaboration avec les étudiants du master 2 Médiation Culturelle, Patrimoine et Numérique (Universités Paris Nanterre et Paris 8 Vincennes Saint-Denis), et avec le Service de la Documentation Nationale du Cadastre.
 
 

Épisode 1 - La découverte 

Avec : Sophie Féret, conservatrice chargée des Collections de la Gaule Romaine au musée d'Archéologie nationale, co-commissaire de l’exposition Face à Face Samuel Provost, maître de conférence HDR à l’Université de Lorraine Luc Delmas, Professeur agrégé, docteur en histoire Jean-Paul Denizon, dans le rôle de Paul Perdrizet 

Musiques : Ensemble Calliopée Remerciements : Clara Bernard, conservatrice du patrimoine co-commissaires de l'exposition Sabine Hunold, directrice culture communication, mairie de Conflans en Jarnisy 

Podcast produit par le musée d'Archéologie nationale, en collaboration avec le SDNC (Service de la Documentation Nationale du Cadastre) et les étudiants du Master 2 MCPN (Médiation Culturelle, Patrimoine et Numérique) co-habilité entre l’université Paris Nanterre et l’université Paris 8 Vincennes Saint-Denis. 

Épisode 2 - L'usage 

Avec : Ricardo Gonzalez Villaescusa, professeur d’archéologie à l’Université Paris Nanterre Pierre Cosme, professeur à l’université de Rouen Et Melita Poma et Eleni Kyratzi, pour leurs interprétations de l’Ars tactica d’ Arrien

Musiques : Ensemble Calliopée Remerciements : Clara Bernard, conservatrice du patrimoine co-commissaires de l'exposition Face à face, visière d'un cavalier romain. 

 Podcast produit par le musée d'Archéologie nationale, en collaboration avec le SDNC (Service de la Documentation Nationale du Cadastre) et les étudiants du Master 2 MCPN (Médiation Culturelle, Patrimoine et Numérique) co-habilité entre l’université Paris Nanterre et l’université Paris 8 Vincennes Saint-Denis.

lunes, 4 de abril de 2022

LES CITÉS ROMAINES (COMPTE-RENDU)

Compte-rendu :  Xavier Lafon, Ricardo González-Villaescusa, Les cités romaines, Paris, Que sais-je ? 4173, 2021, 128p ; Société Française d'Histoire Urbaine - Revue Histoire Urbaine.

Il faut un courage certain pour vouloir affronter dans les limites d’un « Que sais-je ? » un sujet aussi vaste que celui des cités romaines ! Cette collection comportait déjà sous le numéro 657 un ouvrage devenu un classique, celui de Pierre Grimal, Les villes romaines, dont la première édition remonte à 1954, la 3e (mais pas la dernière) à 1966. Autant dire qu’il est désormais possible grâce à ce nouvel opuscule de mesurer le long chemin parcouru par la recherche depuis la période de l’Après-Guerre.

Bien évidemment, malgré le titre très large retenu, un certain nombre de choix ont dû être réalisés, parfaitement explicités dans l’introduction. Le premier et peut-être le plus important a été de limiter l’emprise territoriale de l’étude à la partie occidentale de l’Empire romain, en gros celle qui n’avait pas, sauf exceptions, « bénéficié » de l’apport fourni antérieurement à la conquête par le monde des cités-états helléniques : la conquête romaine se traduit donc dans la zone étudiée par la création de cités même si l’on relève depuis approximativement une trentaine d’années des recherches qui, en particulier en Gaule, ont établi l’existence d’une organisation antérieure des différents « peuples », organisation annonciatrice en quelque sorte de la création des « cités ». Quelques exceptions cependant tendent à réduire cette coupure géographique comme l’étude des mouvements de population (l’exode rural relativement faible) traités à partir de la documentation papyrologique égyptienne. Bien évidemment, la bibliographie a dû être drastiquement limitée, réduite à seulement 37 références et le propos prend, comme cela est également précisé, plus la forme de notes de séminaires que celle d’une analyse approfondie, tous les cas, toutes les différences, ne pouvant être traités de façon équivalente. Le lecteur un peu informé souhaiterait donc régulièrement pouvoir infirmer la pensée de l’auteur par la prise en compte de contre-exemples. C’est là une limite inhérente à toute tentative de synthèse sur un sujet où la documentation est abondante mais souvent contradictoire. De fait, le lecteur à travers les exemples retenus n’a pas trop de peine pour suivre le parcours géographique des différentes affections universitaires, l’Andalousie et les Baléares, Reims, Nice, suivi par l’auteur, où il s’est largement investi dans la recherche locale ! 

Un certain nombre des domaines traités ne présente en conséquence pas de grandes originalités, en particulier les chapitres consacrés à l’urbanisme et à la monumentalisation des chefs-lieux de cité, redevables des travaux antérieurs de spécialistes comme Pierre Gros. Ceci est à mettre en relation avec l’ambiguïté depuis longtemps relevée qui règne entre les concepts de ville et de cité dans le monde antique, voire entre citadin et citoyen. La cité entendue comme territoire ne peut exister sans une « capitale » où sont concentrés tous les éléments de la gouvernance et l’essentiel des lieux du culte « civique ». Inversement le chef-lieu ne peut se comprendre sans le territoire qui l’entoure, territoire dominé économiquement et culturellement par lui mais indispensable pour assurer son autonomie économique et donc pour finir politique. Il en résulte la nécessité d’étudier les deux éléments en étroite symbiose et dans les faits, le passage de l’un à l’autre dans l’étude est permanent. 

L’originalité de la démarche apparaît plus nettement dans l’orientation clairement géographique invoquée par l’auteur. Dans la lignée des études menées en son temps par l’équipe de Besançon sous la responsabilité de Monique Clavel (autrice d’une thèse remarquée publiée en 1970 sur Béziers et son territoire dans l’Antiquité), puis celle de Lattes avec Jean-Luc Fiches, c’est bien la prise en compte de cette dimension qui est ici essentielle. Traditionnellement c’était l’étude administrative et politique (le statut des différentes cités) qui dominait les recherches sur les cités, permettant de distinguer les différents types de colonies, de municipes, de cités libres ou fédérées etc., avec une insistance sur l’autonomie politique réelle ou supposée de chaque cité par rapport à Rome. Les conséquences sur la panoplie monumentale du chef-lieu constituaient le prolongement obligatoire de la prise en compte de ce statut avec la nécessité de comparer les réalisations provinciales de différents niveaux liés au statut, avec les « modèles » romains. Il est donc parfaitement logique que le premier chapitre soit ici consacré à la mise en place de ce réseau territorial à la suite de la conquête et après un second, consacré à une analyse forcément rapide des différentes provinces prises en compte, que le troisième revienne sur les critères d’implantation et de dénomination. Le fil directeur est bien l’affirmation d’une emprise généralisée de l’empire romain malgré l’autonomie relative de chaque cité pendant les deux siècles du haut Empire, avec un double caractère de « Discontinuité urbaine et [de] continuité civique » comme le rappelle, entre autres, un des sous-titres d’un chapitre. L’auteur insiste à juste titre sur l’importance du réseau routier comme élément unificateur de ce « réseau » de cités, en parallèle avec l’autonomie économique : le territoire de la cité et le chef-lieu abritent tous deux les éléments productifs, agricoles et artisanaux, essentiels mais les échanges à longue distance sont également indispensables pour répondre aux besoins des populations et de leurs élites. Les deux derniers chapitres mettent l’accent principalement sur les aspects strictement urbains, la monumentalisation dont il a déjà été question et la démographie avec la prise en compte notamment des pathologies urbaines. 

 Dans les discussions qui notamment en France opposent partisans d’une main mise complète de l’empire romain sur le monde provincial et ceux qui mettent en avant le maintien de pratiques et d’habitudes héritées du monde gaulois, l’auteur prend clairement partie pour les premiers. Dans ces conditions, la fin de l’empire romain occidental, marqué par la fondation de Constantinople en 330, ne peut que coïncider avec la fin de la « cité » signifiant également la fin d’une certaine forme de ville et dans de nombreux cas, la disparition de la ville elle-même dans ce qu’elle a en particulier de monumental. Ce petit ouvrage répond donc parfaitement aux attentes en proposant une vision synthétique et engagée de l’histoire de la cité dans la partie occidentale de l’empire.

jueves, 31 de marzo de 2022

LES CITÉS ROMAINES

Vue de Vienne à l'époque romaine, 1860 d'Etienne Rey
© Bridgeman images
« Les cités romaines et la structure territoriale de l'Empire romain »

Conférence de Ricardo González Villaescusa, gratuite, suivie de la vente et dédicace de l’ouvrage Les cités romaines, collection Que sais-je ? paru en 2021. 

 Le Samedi 2 avril 2022 à 14h30 à l’auditorium du Musée d'Archéologie nationale, Domaine National de Saint-Germain-en-Laye L’expansion de Rome entraîna une forme particulière d’organisation sociale : la cité romaine. 

Dans la continuité des cités-États méditerranéennes, cette modalité territoriale de la civitas a donné naissance à plusieurs centres urbains entourés de leurs propres territoires, dont la juxtaposition a durablement structuré l’empire. Organisée autour d’une communauté de citoyens qui la dirigeait, le populus, la cité jouissait d’une certaine autonomie sous un même droit. Matérialisations de cette communauté, édifices et monuments représentaient par excellence l’urbanitas, le mode de vie urbain. 

Renseignements au 01 34 51 65 36 (du lundi au vendredi, de 9h à 12h30) Réservation obligatoire dans la limite des places disponibles, via le lien suivant :  

Lien vers le site web d’ArScAn.