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En este artículo aparecido ayer en El País se habla de los otros crímenes de guerra, los cometidos contra el patrimonio. En Plaudite hemos dado buena cuenta de estas cuestiones en la etiqueta geopolítica y especialmente en La guerra de Libia y el Patrimonio o en la reseña traducida del libro Archaeology, Cultural Property, and the Military (Laurie Rush Ed.), Boydell Press, 2010. Poco que añadir si no es que la Unesco ha preparado un informe de más de 300 páginas con todas las piezas desaparecidas en árabe y prepara la traducción inglesa. Las imágenes que reproducimos provienen del artículo de mailonline que cuenta, además, con videos. Advertimos que las imágenes hieren la sensibilidad de los amantes del patrimonio cultural.
Mientras tanto podemos imaginar lo que espera a los museos sirios con la inminente intervención aliada por más que los Estados Unidos no sean la policia del mundo.
El País, 28 de agosto de 2013
Tiempos convulsos viven las primaveras árabes, bien lo sabemos. Las revueltas ciudadanas derrocaron dictadores sin tener un guión escrito, y ahora las aspiraciones de millones de personas —básicamente, tener una vida libre y digna— se ven lastradas por las luchas de poder. Es difícil predecir el curso de una revolución, pero lo que no estaba previsto es que algunas de las joyas más valiosas del patrimonio cultural se convirtieran en víctimas colaterales de las turbulencias.
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Ahí están las fotos, abracadabrantes. Excavadoras Hyundai sobre sarcófagos volteados, o un viaducto hecho añicos. Hablamos de la gran necrópolis de Cirene, la bella ciudad fundada por los griegos en el siglo VII antes de Cristo en el este de Libia (que daría luego el nombre de Cirenaica a la región). Los vecinos del yacimiento, cercano a Bengasi y patrimonio de la Unesco, han destruido una parte del cementerio con idea de vender parcelas a promotores inmobiliarios y particulares. Las tierras son suyas, dicen, aunque no tienen papeles que lo acrediten. Por eso piden precios de saldo. Y muy probablemente los compradores serán los mismos que ponen las excavadoras. Menudos bloques con vistas pueden hacerse...
Los lugareños, que con Gadafi no movían un dedo, ahora se muestran dispuestos a negociar con el Gobierno... Un Gobierno que no tiene presupuesto, bloqueado en un Parlamento dividido, ni ejército ni policía dignos de ese nombre. Un arqueólogo, Ahmed Hussein, lucha solo contra la barbarie, armado con una cámara.
Ahora es Cirene, pero hace unos días fue el museo de Al Minya, en el norte de Egipto, saqueado hasta los cimientos. Más de mil piezas arqueológicas de valor incalculable fueron robadas. Y lo que no pudieron llevarse, ya fueran estatuas o momias, lo destrozaron. El preámbulo se había dado hace dos años en el Museo Egipcio de El Cairo. Las autoridades culpan, en este caso, a grupos islamistas.
Salafistas y talibanes han destruido recientemente mezquitas en Malí y el mausoleo de Abraham en Siria, como antes dinamitaron los Budas de Bamiyán. Claro que la ciudadela de Alepo ha servido de diana para las tropas de Bachar el Asad. Y antes fue el Museo Nacional de Irak, saqueado hace diez años. Y no hace tanto tiempo veíamos arder en suelo europeo la biblioteca de Sarajevo. Son los otros crímenes contra la humanidad. Siempre impunes.
Destrozan y saquean diversas antigüedades en el Museo de Malawi
Hasta cinco sarcófagos de madera, dos momias, papiros en escritura demótica y varias estatuas han tenido que ser restauradas
J. Sánchez, La Voz libre, 20 de agosto de 2013
Madrid.- Después de vivir las revueltas más sangrientas desde 2011, Egipto intenta volver a la normalidad después de que se hayan sucedido más de 880 muertos en las calles desde el miércoles pasado. Sin embargo, el estado de emergencia sigue rigiendo en el país y el toque de queda, intervenida a las siete de la tarde, está aún presente, siendo las Fuerzas Armadas y de Seguridad quienes hacen velan por ella junto a los comités populares.
Aunque El Cairo se mantiene en calma, en otras provincias se volvieron a cometer incidentes violentos, principalmente ataques contra controles de la Policía y puestos militares. Estas nuevas revueltas ha tenido uno de los grandes sacrificados, el famoso Museo Nacional de Malawi, en la ciudad de Minya, al norte de Egipto.
En el llamado 'viernes de la ira', convocado por los Hermanos Musulmanes tras el violento desalojo de sus campamentos en El Cairo, el Museo Nacional fue destrozado y saqueado. El ministro de Antigüedades egipcio terminó acusando a los partidarios del ya depuesto presidente Mohamed Mursi de haber perpetrado esta fechoría y, además ordenó una investigación apara que se recopilaran las obras dañadas.
Tal y como informa el diario 'Al Ahram', hasta cinco sarcófagos históricos de madera, dos momias y papiros en escritura demótica, junto a varias estatuas de la época greco-romana han tenido que ser trasladadas a las galerías al Ashmounein para ser restauradas.
Hasta cinco sarcófagos de madera, dos momias, papiros en escritura demótica y varias estatuas han tenido que ser restauradas
J. Sánchez, La Voz libre, 20 de agosto de 2013
Madrid.- Después de vivir las revueltas más sangrientas desde 2011, Egipto intenta volver a la normalidad después de que se hayan sucedido más de 880 muertos en las calles desde el miércoles pasado. Sin embargo, el estado de emergencia sigue rigiendo en el país y el toque de queda, intervenida a las siete de la tarde, está aún presente, siendo las Fuerzas Armadas y de Seguridad quienes hacen velan por ella junto a los comités populares.
Aunque El Cairo se mantiene en calma, en otras provincias se volvieron a cometer incidentes violentos, principalmente ataques contra controles de la Policía y puestos militares. Estas nuevas revueltas ha tenido uno de los grandes sacrificados, el famoso Museo Nacional de Malawi, en la ciudad de Minya, al norte de Egipto.
En el llamado 'viernes de la ira', convocado por los Hermanos Musulmanes tras el violento desalojo de sus campamentos en El Cairo, el Museo Nacional fue destrozado y saqueado. El ministro de Antigüedades egipcio terminó acusando a los partidarios del ya depuesto presidente Mohamed Mursi de haber perpetrado esta fechoría y, además ordenó una investigación apara que se recopilaran las obras dañadas.
Tal y como informa el diario 'Al Ahram', hasta cinco sarcófagos históricos de madera, dos momias y papiros en escritura demótica, junto a varias estatuas de la época greco-romana han tenido que ser trasladadas a las galerías al Ashmounein para ser restauradas.