viernes, 9 de agosto de 2013

CAN BLAI, ARQUEOLOGÍA Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA

© Gourguen Davtian CNRS-CEPAM
Ricardo González Villaescusa
Entre los días 8 y 28 del pasado mes de julio he tenido la oportunidad de hacer plenamente aquello para lo que me he formado en los últimos 30 años. Con 18 años vine a Formentera a excavar bajo la dirección de Jordi Fernández, director del MAEF, en el poblado del Cap de Barbaria y salí de Formentera con 19 años y la certeza de que haría lo posible por ser arqueólogo. El pasado 8 de julio tuve la sensación de haber cumplido dicho objetivo y de “volver a casa”. A esa sensación ha contribuido de forma decisiva la inestimable cooperación del Consell Insular de Formentera, personificada en la consellera Sonia Cardona y en el técnico de patrimonio Jaume Escandell.

Los asentamientos de la antigüedad se ubicaban en un espacio y hoy los estudiamos insertos en un territorio de configuración distinta. Ese territorio está poblado por gentes. Algunos, quizá una mayoría, son indiferentes al pasado. Otros desean conocer más sobre aquellos que les precedieron en la ocupación del espacio. En las tres semanas que han durado los trabajos de campo hemos prestado una especial atención a estos últimos. Hemos abierto las puertas del yacimiento de Can Blai a todos aquellos que desearan verlo de cerca y entender nuestro trabajo y hemos explicado lo que hacíamos con ese yacimiento que les pertenece por ley y por afecto. También hemos hecho un inhabitual esfuerzo en comunicación por medio de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC), gracias a los videos diarios que colgábamos en nuestro sitio web donde se daba cuenta de nuestro trabajo y descubrimientos cotidianos.

No menos de 30 personas han participado en este proyecto. Especialistas de la cerámica, la arquitectura o de la dispersión de los asentamientos y de los métodos de registro arqueológico y topografía han trabajado para que dispongamos de una “explicación” del castellum de Can Blai, de su construcción, de su posición en la isla y en el Mediterráneo. La mitad aproximadamente, ha pasado las tres semanas aprendiendo a excavar, inventariar cerámica, prospectar, dibujar cerámica o muros… La labor no es pionera pero hemos querido hacer un esfuerzo para que el alumno en formación partiera de Formentera con un valor añadido: se han impartido 18 horas de clases magistrales, 20 horas de trabajos dirigidos y 100 horas de prácticas en el terreno, lo que equivale a unos 5 créditos ECTS del Espacio Europeo de Educación Superior.

Can Blai tuvo un uso tras su conclusión a finales del siglo III o principios del siglo IV d.C. y tuvo una puerta principal consecuente con el tamaño del edificio. Pero nuevos, y trascendentes, interrogantes han surgido al abrir la tierra que todavía cubre el yacimiento y que han quedado sin respuesta, lo cual es una excelente noticia. Existirán otras campañas de trabajos de campo en 2014 y 2015 con seguridad. Pero de la misma manera que hemos contado con nuevas vías de financiación privada gestionadas por la Fundación de la Universidad de Niza, queremos incitar a la participación activa de los ciudadanos en la comprensión y elaboración del pasado de su territorio. Queremos construir junto a la sociedad civil un nuevo “proyecto arqueológico”  donde caben nuevas formas de relacionarse con el patrimonio, por parte, tanto de los expertos como de los profanos, de forma que accedamos a resultados de la investigación como una traducción para que los restos arqueológicos puedan ser leídos por todos, incluidos los arqueólogos que no hayan participado directamente en la investigación, en un nuevo uso público de la historia. Una cita a la que emplazamos al tejido social de Ibiza y Formentera.

1 comentario:

  1. ¡ Buen ejemplo de socializacion del conocimiento ¡
    Castrioto.

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