miércoles, 23 de junio de 2010

Transtopie - État des Lieux | 2008/09

Estado de la cuestión (Introducción al libro Transtopie - État des Lieux | 2008/09, C. Peillod (dir.) Reims: Ville de Reims - ESAD de Reims, 2010)
[Fotografías del artículo de RGV]

Fabrice Bourlez
Director científico del laboratorio Transtopie

La investigación en las escuelas superiores de arte y de diseño (ESAD) es una dimensión del saber todavía por inventar. Es terreno baldío. Las reformas ministeriales y la homologación de los diplomas siguiendo el modelo universitario requieren de la creación, la sistematización y la modelización de este tipo de investigación: permitirle, pues, encontrar su especificidad.

Desde septiembre de 2008, el laboratorio de investigación Transtopie se ha esforzado en aportar humildemente su contribución y marcar un hito con la finalidad de que la ESAD de Reims pudiera inscribirse en este campo de reflexiones y de creaciones conceptuales y artísticas.

Transtopie se presenta como un laboratorio itinerante que reúne artistas, docentes, investigadores y estudiantes de la ESAD de Reims, del Laboratoire d'Architecture Conception, Territoire Histoire (LACTH), Laboratorio de la École Nationale Supérieure d'Architecture et du Paysage de Lille y de dos laboratorios de la Université de Reims Champagne-Ardenne (URCA): GEGENA (geografía física) y HABITER (ordenación del territorio).

Transtopie pretende estudiar un objeto bien preciso: el paisaje de los valles del Mosa y del Semoy en las Ardenas. El laboratorio pretende hundir sus raíces en la investigación de los baldíos industriales que se encuentran en la región e interrogarlos en función de tres ejes: artístico, científico y humano. En su primera edición (2008-2009), Transtopie ha deseado centrarse en un lugar de la región de Sedán: el baldío de Glaire, antigua central eléctrica de 1922 que desde hace varios decenios ya no se encuentra en funcionamiento.

Al inscribirse en un campo de estudio tan preciso, Transtopie ha pretendido explorar diferentes formas de investigación a través de la mayor transdisciplinariedad posible: han sido organizadas varias manifestaciones, encuentros, numerosos intercambios y producciones para definir lo mejor posible la especifidad del paisaje ardenés. De todas estas acciones se han beneficiado no solamente los miembros del laboratorio, sino también los alumnos de las diferentes escuelas y universidades implicadas y los habitantes de la región Champagne-Ardenne. Por esta razón las reuniones de Transtopie eran unas veces abiertas al público y otras reservadas a los investigadores del laboratorio.

La publicación que está en su manos constituye un momento álgido en el itinerario del laboratorio. Se trata de una especie de "estado de la cuestión" que trata de dar cuenta, tanto de los lugares y de los paisajes definidos como del avance de las investigaciones desde hace un año. Hemos elegido repartir el espacio de trabajo que se despliega en tres zonas. La primera reúne la investigación preliminar que sirvió para precisar la orientación de nuestra problemática. En ella se publican las actas de un coloquio organizado al principio de nuestro itinerario en la mediateca Jean Falala de Reims. La segunda se presenta como una ZAPP o Zona de Actividades Potenciales y Provisionales que ha constituido el alma de nuestro laboratorio. En ella se pueden encontrar diferentes contribuciones en formato de imágenes y de texto. Estas contribuciones dan cuenta de las investigaciones y reflexiones sobre la investigación en las escuelas de arte y diseño que los miembros del laboratorio han podido emprender en su recorrido a partir del baldío industrial de Glaire. Finalmente, en la tercera zona se deja espacio a los alumnos y a las consecuencias de la investigación sobre la pedagogía. En ella pueden apreciarse algunas de las realizaciones de los alumnos de arte y diseño de la ESAD de Reims en el marco de Transtopie.

Table des matières
5. Edito | Claire Peillod
7. État des lieux | Fabrice Bourlez
ZONE DE RECHERCHES
Actes du colloque Transtopie «Friche-paysage : quels espaces ? »
12. Je suis un « Métallo » | Yannick Langrenez
14. Les Friches : chancres, Témoins, ressources et laboratoires? Retour sur la richesse d'espaces in et hors-paysage | Lauren Andres
26. Crise, Territoire et Paysages | Serge Koval
28. Sur les traces du World Soundscape Project | Carlotta Darò
34. Nogo voyages : Attractions périphériques | Stéphane Degoutin et Gwenola Wagon
46. Le musée du point de vue | Jean Daniel Berclaz

Z.A.P.P. 09
Zone d'Activités Potentielles et Provisoires
52. Paysages cachés | Ricardo González Villaescusa
56. La résistances des lieux | Fabrice Bourlez
60. Désœuvrement | Manuela Marques
66. Mossa | Gérard Cairaschi
70. Lexique d'un ambiente : la friche de Glaire | Rozenn Canevet
80. The way the River flows | Louise Crawford
  • Les chaînons manquants | Ian Alexander
  • Essai de représentation architecturale d'une disparition | Amapola Tô
  • Les arrangements du monde... | Jérôme Guéneau
86. Pour un statut de la méthode : du processus de création au collectif de recherche | Patrick Chapus
98. La recherche comme expérience | Catherine Grout
104. Les résonateurs | Cécile le Talec

ZONES PÉDAGOGIQUES
Art/Design
108. Il est des paysages urbains... | Design culinaire, projets suivis par Marc Brétillot
110. Signalétique du lieu en 10 étapes culturelles | Design d'espace et design graphique, projets suivis par Jean-Paul Augry et Laurent Burte
114. De la ruche à la friche | Photographie, projets suivis par Manuela Marques

jueves, 17 de junio de 2010

EL MUNDO FUNERARIO ROMANO EN EL PAÍS VALENCIANO

Ricardo González Villaescusa, El mundo funerario romano en el País Valenciano. Monumentos funerarios y sepulturas entre los siglos I a. de C.- VII d. de C., Madrid-Alicante: Casa de Velázquez, Instituto Alicantino de Cultura "Juan Gil-Albert", 2001.

Sinopsis

La obra tiene como base el inventario prolijo de cuantas evidencias sobre el mundo funerario se han encontrado en el País Valenciano. La objetividad de las diferentes noticias no es fruto de la simple confrontación de una documentación dispar, en ocasiones antigua, otras más reciente, realizada con informes de excavaciones, con objetos conservados en los museos o conocidos solamente por publicaciones; sino que estas unidades heterogéneas son cuidadosamente reexaminadas a la luz de una reflexión personal, sin perjuicio, cuando ello es posible, de investigaciones complementarias que acaban conformando mucho más que un simple catálogo. A partir del análisis cronológico y tipológico el autor extrae una serie de conclusiones que pone en relación con cuanto sabemos sobre estas prácticas en otras zonas del Imperio romano. Como fundamento teórico del estudio, el autor presenta una exhaustiva discusión de las principales tesis defendidas desde la antropología, la historia y la filosofía, sobre la actitud ante la muerte y ante los ritos funerarios. En este apartado incluye, al mismo tiempo, el análisis de las fuentes literarias antiguas sobre el particular, poniéndolo en relación con la evidencia arqueológica que presenta. Elaborando un marco teórico de aproximación a la arqueología funeraria romana para extraer conclusiones sobre la sociedad que generó los restos arqueológicos.

Reseña inédita de Jean-Pierre Vallat, 2001

En historia romana está bastante generalizada la tendencia de inmovilizar el estudio de las sociedades, de las economías, de las culturas o de las periodizaciones cronológicas. Ahora bien, el interés reside frecuentemente en la comprensión de las evoluciones, de los dinamismos, de las variaciones en el tiempo y el espacio, en los diferentes ritmos de desarrollo de procesos relativos a cada elemento de una formación económica y social determinada. Sin embargo, resulta dificil reexaminar un sistema como el lmperio romano, el mediterráneo antiguo, la península Ibérica, la provincia tarraconense, a escalas diversas, en un instante dado, que no sea, de hecho ese "Aquiles inmóvil a grandes pasos", "esta flecha que vuela y que no vuela" de los que nos habla el poeta a propósito de Zenón de Elea. Ello supone tener en cuenta todas las situaciones complejas heredadas, anteriores, y considerar los procesos en curso del presente como gérmenes que nacerán con el tiempo.

Esto resulta difícil de llevar a cabo porque los reproches son fáciles de realizar: el estudio regional (provincia tarraconense, País Valenciano), el análisis temático (la muerte, los ritos funerarios), la elección temporal (del final de la Republica al período islámico), deconstruyen y borran las realidades superestructurales (las de Roma, del lmperio o las de su dominación). La transición entre la República y el lmperio es borrada, la de Roma y el lslam apenas perceptible o en todo caso disminuida. El estudio de los ritos funerarios no puede comprenderse si no es en el seno de una formación socioeconómica a la escala-mundo del lmperio romano, de los califatos, de las relaciones dominante/sometido, colonizado/colonizador. El Pais Valenciano no tiene etnicidad, autonomía, no es sintomático, pues, de lo que es una provincia en el lmperio, podrían decir los detractores de una aproximación como la que nos ocupa.

Ahora bien, la originalidad del trabajo de Ricardo González Villaescusa y el interés de su estudio regional, temático y cronológico no reside en la acumulación "de un ejemplo más" que, bien invalidaría el modelo dominante o bien iría en el sentido de ese sistema-mundo que es el lmperio romano. No se trata de decir que las provincias, las regiones, los habitantes del lmperio son todos tan diversos que ya no hay imperialismo ni dominación romana. No se trata, por otra parte, de afirmar que pese a las diferencias se encuentra en ésta o aquellas regiones la homogeneidad, la cohesión del conjunto, dominando la romanidad, la civitas y la urbanitas.

Esta dicotomía es estéril. Mejor aún, para Ricardo González se trata de mostrar la diversidad construida a la vez por Roma y sus relevos conquistadores, y no las regiones y provincias. El autor renuncia a ver en la romanización un barniz temporal que, una vez cuarteado, permitiría resurgir los particularismos indígenas. Expresa y demuestra que los ritos, las actitudes, los comportamientos, los simbolismos son el fruto de múltiples estratos de aculturación, de relaciones entre dominantes y sometidos, de estrategias procedentes de individuos o de grupos, incluso de formaciones sociales más amplias. Así, el "renacimiento" de los particularismos indígenas del final del lmperio romano no tiene ya nada que ver con aquello que constituía la especificidad de las culturas indígenas prerromanas; es una nueva lberia, un país visigótico, que ya no es ni ibérico, ni ibero-romano, ni bizantino, ni suevo, ni la provincia Bética ni la Tarraconense. Es original, nuevo, fruto de la síntesis de las aportaciones de épocas pasadas, ibéricas, el aporte romano, las tradiciones bárbaras y las influencias bizantinas. Los ritos pueden ser, por otra parte, los mismos que antaño y haber cambiado de contenido simbólico.

Es pues más interesante el dinamismo y el proceso que el estado de desarrollo o el modo de producción. Es con la mejor comprensión de los dos primeros como podemos definir más precisamente los segundos. Es la fusión más o menos rápida, más o menos extensa, más o menos intensa, la que permite una participación más o menos activa, más o menos reactiva, consensual u oposicional al sistema global. En este aspecto el trabajo se integra a la vez en las corrientes de pensamiento anglosajón y francés, de la New Archaeology a Annales. El autor apela tanto a J.J. Hatt, a M. Vovelle, como a F. Hinard. Llama con inteligencia a las puertas de la antropología, a las de la etnología, la sociología, la arqueología y la historia. Maneja la larga duración como el tiempo corto, la estructura y la coyuntura, continuidad y ruptura. El estudio de los signos, de los símbolos, de los modos de reconocimiento de los ritos funerarios, de los cultos, de las creencias, muestra que se trata de tres niveles a veces semejantes, otras diferentes de la expresión de la sociedad de los vivos. Pues, si las prácticas rituales son la expresión de Ia personalidad social del difunto, si la diferenciación de los espacios en los cementerios ilustra las jerarquías preservadas, es precisamente porque el lenguaje funerario es ante todo un signo, un significante para los vivos. El cuerpo es tratado, manipulado, ubicado, en la verticalidad de la tumba, desde la estela que señaliza la tumba hasta la fosa donde reposa el cuerpo. Pero la horizontalidad también se encuentra organizada, y el difunto se encuentra en relación con la tierra, directamente o con la mediación de un sudario, de algunas piedras o tejas, o de un sarcófago, rodeado o no de objetos. Éstos son analizados según su función (vasos para beber o comer según una presencia significativa que ya evocó J. Scheid), su uso (propio del rito funerario o habiendo servido a los vivos), o según la preocupación por la simplicidad u ostentación (poco frecuente en el País Valenciano). La transición lenta hacia la inhumación, a lo largo del siglo II d.C., es analizada en todas sus dimensiones, sin simplismos, desde la cantidad de madera necesaria (de pino sobre todo), hasta las filosofías de la inmortalidad y los substratos culturales umbros de Valencia. El papel de las mujeres generadoras de vida y portadoras de muerte, detentadoras de los gestos de resistencia o de los comportamientos de permeabilidad a los cambios, también es analizado con suma delicadeza por el autor. Los grupos de edades y las diferenciaciones sexuales y sociales en la muerte se confirman, como la temprana edad media de muerte, entre los 25 y los 30 años. Las interacciones entre individuos, grupos y sociedades, la búsqueda de aquello que constituye la identidad y de aquello que proporciona los medios de identificación social son intensamente percibidos y puestos de relieve en este estudio.

El mundo romano aparece como compuesto más que heterogéneo. Las imágenes, los gestos y los discursos en torno a la muerte son estudiados como productos solidarios de una sociedad donde un lenguaje social se inscribe en la cultura material. No estamos demasiado lejos de las teorías de K. Hopkins y de B. d'Agostino. Estas posiciones son enérgicamente afirmadas y no dejarán de suscitar cuestiones o estimular nuevas investigaciones. Podemos mostrarnos más dubitativos en cuanto a las grandes periodizaciones que compartimentan la conclusión, entre los siglos II y I a.C., siglos I y II d.C., III-V y, finalmente, VI-VII. En efecto, el autor abandona sus fuentes para generalizar algo rápido a nuestro gusto. Pero no es el objetivo último de toda "tesis" que merezca este nombre, el abrir las perspectivas de futuros debates?

Original en francés

LE MONDE FUNERAIRE DU PAYS DE VALENCE A L'EPOQUE ROMAINE

La tendance est assez généralisée, notamment en Histoire romaine, de figer l'étude des sociétés, des économies, des cultures, des périodisations chronologiques. Or, l'intérêt réside souvent dans la compréhension des évolutions, des dynamismes, des variations dans le temps et l'espace, des rythmes differents de développement de processus concernant chaque élément d'une lormation économique et sociale donnée. Il est cependant bien difficile de réexaminer un système comme l'Empire romain, la méditenanée antique, la péninsule ibérique, la province de Tarraconnaise, à des échelles diverses, en un instant donné qui ne soit, en fait, que cet "Achille immobile à grand pas", "cette flèche qui vole et qui ne vole pas" dont parle le poète à propos de Zénon d'Elée. Cela suppose que I'on tienne compte de toutes les situations complexes héritées, antérieures, et que l'on considère les processus en cours dans le présent comme porteuses des germes à venir.

Ceci est bien difficile parce que les reproches sont faciles à percevoir: l'étude régionale (province de Tarraconnaise, pays de valence), l'analyse thématique (la mort, les rites funéraires), le choix temporel (de la fin de la République à la période islamique) déconstruisent et gomment les réalités superstructurelles (celles de Rome, de l'Empire, de sa domination). La transition entre République et Empire est effacée, celle entre Rome et I'Islam à peine perceptible, en tout cas minorée. L'étude des rites funéraires ne peut se comprendre que dans une formation socio économique à l'échelle-monde de l'Empire romain, des califats, du rapport dominant /dominé, colonisé/colonisateur. Le pays de Valence n'a pas d'ethnicité, d'autonomie ne peut donc être symptomatique de ce qu'est une province dans l'Empire. Voici ce que peuvent dire les détracteurs d'une telle approche.

Or, l'originalité du travail de Ricardo González Villaescusa et l'intérêt de son étude régionale, thématique et chronologique ne réside pas dans I'accumulation "d'un exemple de plus " qui soit infirmerait le modèle dominant, soit irait dans le sens de ce système-monde qu'est l'Empire romain. Il ne s'agit pas de dire que les provinces, les régions, les habitants de l;Empire sont tous tellement divers qu'il n'y a plus d'impérialisme, plus de domination romaine. Il ne s'agit pas non plus d'affirmer que malgré les différences, c'est I'homogénéité, la cohésion de I'ensemble que l'on retrouve dans telle ou telle région, que ce qui domine c'est la romanité ,la civitas et l'urbanitas.

Cette dichotomie est stérile. Il s'agit d'avantage pour R. González Villaescusa de montrer la diversité construite à la fois par Rome et par ses relais conquérants , et pas les régions et provinces. L'auteur renonce à voir dans la romanisation un vernis temporaire qui, en craquant, laisserait resurgir les particularismes indigènes. Il exprime et démontre que les rites, les attitudes, les comportements, les symboliques sont le fruit des strates multiples d'acculturation, de rapports entre dominants et dominés, de stratégies émanant d'individus ou de groupes, voire de formations sociales plus larges. Ainsi, en "resurgissant" à la fin de I'Empire romain, les particularismes indigènes n'ont ils plus rien à voir avec ce qui faisait la spécificité des cultures indigènes préromaines. C'est une nouvelle ibérie, un pays wisigothique, qui n'est plus ni celtibère, ni romano ibérique, ni byzantin ni suève, ni la province de Bétique, ni celle de Tarraconnaise. Il est original, nouveau, mêlant les apports des époques passées, le fond ibère et I'apport romain, les traditions barbares et les influences byzantinès. Les rites peuvent être d'ailleurs les mêmes qu'autrefois et avoir changé de sens symbolique.
C'est donc tout autant le dynamisme et le processus qui sont intéressants que le stade de développement ou le mode de production. C'est parce que l'on comprend mieux les deux premiers que l'on cerne plus précisément les deux seconds. C'est la fusion plus ou moins rapide, plus ou moins étendue, plus ou moins intense qui permet une participation plus ou moins active, plus ou moins réactive, consensuelle ou oppositionnelle au système global.

C'est en cela que ce travail se rattache à la fois aux modes de pensée anglosaxon et français, à la New Archaeology et à l'Ecole des Annales. Il en appelle autant à F. Cumont qu'à J.-J. Hatt, à M. Vovelle qu'à F. Hinard. Il puise avec intelligence et avec clarté dans l'anthropologie, I'ethnologie, la sociologie, l'archéologie et l'histoire. Il manie temps long et temps court, structure et conjoncture, continuité et rupture. L'étude des signes, des symboles, des modes de reconnaissance dans les rites funéraires, les cultes, les croyances montre qu'il s'agit de trois niveaux parfois semblables, parfois différents d'expression de la société des vivanls. Car, si les pratiques rituelles sont l'expression de la personnalité sociale du mort, si la différenciation des espaces dans les cimetières illustre les hiérarchies préservées, c'est bien parce que le langage funéraire est d'abord un signe et un signifiant pour les vivants. Le corps est traité, manipulé, positionné, dans la verticalité de la tombe, depuis la stèle qui signale le tombeau, jusqu'à la fosse où repose le corps. Mais l'horizontalité est elle même organisée, et le défunt est en relation avec la terre, directement où par la médiation du linceul, de quelques pierres ou tuiles, ou d'un sarcophage, entouré ou non d'objets. Ces derniers sont d'ailleurs analysés dans leurs fonctions (vases à boire ou à manger selon une présence significative que J. Scheid a déjà évoquée), leur usage (propre au rite funéraire ou ayant pu servir aux vivants) dans leur souci de simplicité ou d'ostentation (rare ici en pays de Valence). La transition lente vers l'inhumation, au cours du IIe siècle ap. J.-C. est analysée dans toutes ses dimensions, sans simplisme, depuis la quantité de bois (le pin surtout) nécéssaire, jusqu'aux philosophies de I'immortalité et aux substrats culturels ombriens du pays de Valence. Le rôle des femmes, donatrices de vie et porteuses de mort, détentrices et gestionnaires des gestes de résistances ou des comportements de perméabilités aux changements, est analysé avec finesse par l'auteur. Les groupes d'âges et les differenciations sexuelles et sociales dans la mort sont confirmés, ainsi que cet âge (fort jeune) au décès, entre 25 et 30 ans, sauf, curieusement, mais on le pressentait déjà par d'autres travaux, pour les militaires qui plus sportifs, à l'hygiène de vie meilleure, meurent plutôt vers 47 ans ! Les interactions entre individus, groupes et sociétés , les recherches de ce qui constitue I'identité et de ce qui donne les moyens de l'identificaion sont fortement perçus.

Le monde romain apparaît comme multiple plus qu'hétérogène. Les images, les gestes et les discours autour de la mort sont étudiés comme les produits solidaires d'une société où un langage social inscrit dans la culture matérielle. On n'est pas loin des théories de K. Hopkins et de B. d'Agostino. Ces positions sont fortement affirmées et ne manqueront pas de soulever des questions, voir de relancer des recherches. On peut rester dubitatif sur les grandes périodisations qui scandent la conclusion, entre IIè s. et Ier s. av. J.-C. , puis Ier et IIe s. ap., enfîn IIIe, Ve s. et VI-VIIIe s. En effet, l'auteur quitte alors ses sources pour généraliser un peu vite, à notre goût. Mais n'est-ce pas le but ultime de toute "thèse" qui mérite ce nom que d'ouvrir les perspectives de futurs débats?

Paris Janvier 2001

Reseña de Alain Ferdière, aparecida en la Revue archéologique du Centre de la France, Année 2001, Volume 40, Numéro 1, p. 300 - 302. Accesible desde Persée.
RACF2001

martes, 15 de junio de 2010

ACERCA DEL TRIBUNAL DE LAS AGUAS Y OTROS MOLINOS IDEOLÓGICOS

Ricardo González Villaescusa
Josep Vicent Lerma
Levante-EMV, 15 de junio de 2010

No hace tanto que la biografía profesional del historiador E. Hobsbawm recordaba el actual peligroso momento en que la Historia está siendo inventada, hoy más que nunca, por personas y grupos sociales, corporaciones económicas mundiales o confesiones doctrinales cuyo objetivo último no es necesariamente alcanzar la verdad objetiva en el conocimiento del pasado, sino reinventar aquél que mejor se acomoda a sus metas ideológicas identitarias o como los definía certeramente el medievalista P. Iradiel por "creadores de historias de lo que pudo haber sido" (Levante-EMV, 31-08-08).

La muestra fotográfica recién clausurada en la errática programación de la Sala de Exposiciones temporales de L'Almoina "El Tribunal de las Aguas de Valencia. 1050 años de justicia de la Huerta de Valencia" nos permite reflexionar colectivamente sobre los intrincados vericuetos sociológicos del uso y abuso en la construcción oficial del relato histórico por parte de determinados sectores de los vigentes poderes públicos, probablemente con la ingenua anuencia de Aguas de Valencia y la interesada vocación residual de algunos de recrear un improvisado patriotismo de aldea gala basado en presupuestos atribuidos fabulosamente a las sacrificadas artes de Clío.

En este sentido, poco importa que el profesor Thomas F. Glick, ya en su momento consagrara en 1988 buena parte de su valioso tiempo a una antológica tesis doctoral -Regadío y sociedad en la valencia medieval- que aún hoy continúa siendo el estudio global de referencia más completo e innovador que se hiciera de la Huerta de Valencia y su universalmente reconocido tribunal de las aguas, ni que profesores de la Universitat de València como E. Guinot o J. Hermosilla hayan continuado, gracias a programas de investigación financiados e incluso editados por la propia Generalitat Valenciana -Camins d'Aigua. El Patrimoni Hidràulic Valencià (2005); El patrimonio hidráulico del Bajo Turia: l'Horta de València (2007)-, progresando en la resolución de sus arcanos orígenes, intrincada estructura territorial y problemática dinámica evolutiva, en el punto y hora en que su desconocido para la comunidad científica comisario expositivo, editor del desaparecido letrado Giner Boira por más señas, otorga carta de naturaleza a la epifanía fundacional de esta ancestral curia de justicia vernácula, nada más y nada menos que durante el lejano gobierno del califa omeya Abd al-Rahman III en el preciso año 960 A.D. Despropósito increíble incluso para el gran arabista Julián Ribera Tarragó (1858-1934), sobre el ya advertíamos últimamente (Levante-EMV, 18-04-10).

Por el contrario, la conformación colegiada de los ocho síndicos correspondientes a las acequias mayores -Tormos, Mestalla, Rascanya / Quart-Benàger i Faitanar, Mislata, Favara, Rovella- del Tribunal de las Aguas tal como es conocida contemporáneamente, al igual que el antiguo paisaje irrigado de la ahora terminal vega valenciana en el que encontraba su axiomática razón de ser y a cuyo incierto futuro comprometemos una nueva entrega en estas mismas páginas, no puede resultar inteligible de un modo racional como una realidad atemporal inmutable sino como el producto o la amalgama resultante de una lenta construcción intergeneracional y plurisecular.

Por consiguiente y a modo de colofón, los simples intentos interesados de postular la foto fija de la transubstanciación automática de los turbantes de agrónomos que excavaban canales de riego tribales y rezaban cinco veces al día en dirección a la Meca por las honradas blusas-toga de los labradores valencianos sin solución de continuidad, pueden colegirse, de acuerdo con el conocido aforismo, como el burdo afán doctrinal por parte de algunos adictos de los conflictos hidráulicos para todos de "llevar el agua a su molino y dejar seco el del vecino".

Empeño baldío a la postre, que, no obstante lo establecido genéricamente en Els Furs del rey conquistador Jaime I en el capítulo "De servitut d'aygua" en torno al mantenimiento de cuanto fue acostumbrado "en temps de Sarrahins", parece obviar la única prueba documental árabe conservada del año 1232, relativa a un pleito de aguas entre las alquerías de Torres-Torres y Càrcer en el valle del río Palancia,  que descubre a las claras que no fue resuelto por ninguna corte comunal de campesinos sino por la sola autoridad individual de un "alcadí" (juez) de Morvedre.

DOCTORADO HONORIS CAUSA POR LA UNIVERSIDAD DE VALENCIA A T. F. GLICK

Levante-EMV, 15 de junio de 2010
Glick equipara la extinción de la huerta con la expulsión de los moriscos
El hispanista estadounidense denuncia las expropiaciones a los agricultores tradicionales, "herederos directos de los labradores musulmanes"

El prestigioso hispanista estadounidense Thomas Glick (Cleveland, 1939) aseguró ayer en Valencia, durante el acto de su investidura como doctor "honoris causa" de la Universitat de València (UV), que la desaparición de la huerta valenciana ha provocado un "deprimente panorama, funesto en cuanto a la degradación y la despersonalización del paisaje valenciano" y alertó de que puede "haberse sembrado la semilla de la catástrofe ambiental".

En el acto, celebrado en el Paraninfo del edificio histórico de La Nau, el historiador relató como en sus numerosas visitas a Valencia a lo largo de 50 años le han permitido ser testigo de la "progresiva degradación y pérdida de la huerta".

Para el experto, profesor de Historia Medieval de la Universidad de Boston, "la extinción generalizada del regadío tradicional valenciano, sepultado por el cemento y el asfalto o transmutado en un neorregadío tubiforme extrañamente implantado en el territorio, va acompañada de una triste serie de expropiaciones y expulsiones de los agricultores tradicionales en buena parte de localidades valencianas poseedoras de huertas históricas".

"Inquietante paralelismo"
En conjunto, "el fenómeno presenta un inquietante paralelismo con la expulsión de musulmanes y moriscos entre 1238 y 1609, de quienes los labradores son herederos directos", afirmó.

Además de los "riesgos físicos y ambientales", agregó, la eliminación del regadío tradicional "implica la desagregación, la atomización y, finalmente, la desaparición los lazos que unen a las comunidades de regantes".

"En un contexto de competencia creciente por el agua, no alimentada, precisamente, por lo regantes tradicionales valencianos, el discurso dominante tacha a los labradores poco menos que de malgastadores contumaces", aseveró.

"Las acequias se ven demonizadas , y la presión social impulsa a los regantes a sustituir los viejos sistemas, de eficacia probada y coste limitado al mantenimiento, por uno nuevo cuya eficacia global, incluyendo la variable ecológica, está aún por demostrar, y cuya construcción supone una inversión considerable, sin ninguna certeza, de que los rendimientos se incrementen de manera sostenible a la larga".

martes, 1 de junio de 2010

SIMULACRA ROMAE II

Ricardo González Villaescusa
Joaquín Ruiz de Arbulo
Presentación de la publicación de las actas de Simulacra Romae II
(castellano y francés)
Foto de portada: Puerta de Marte

R. González Villaescusa, J. Ruiz de Arbulo (éds.), Simulacra Romae II. Rome, les capitales de province (capita prouinciarum) et la création d'un espace commun européen. Une approche archéologique. (Actes du colloque tenu à Reims, les 19, 20 et 21 novembre 2008), Reims: Bulletin de la Société archéologique champenoise, Mémoire nº 19, 2010, 206 p. [ISBN 978-2918253-04-4]




ÍNDICE / TABLE DES MATIÈRES
R. GONZÁLEZ VILLAESCUSA, J. RUIZ DE ARBULO ..... Proemio
Milella MARINA ..... Il tempio di Venere Genitrice et le novità archeologiche sul Foro di Cesare
Lucrezia UNGARO ..... Roma: Il Museo dei Fori Imperiali nei Mercato di Traiano. Un quartiere antico da raccontare architteture da mostrare
R. Mar, J. RUIZ DE ARBULO, D. VIVÓ ..... El foro de la colonia Tarraco entre la República y el Imperio
J. F. MURILLO ..... Colonia Patricia Corduba hasta la dinastía flavia. Imagen urbana de una capital procincial
S. F. RAMALLO ASENSIO, E. RUIZ VALDERAS ..... Carthago de Hispania, emporio comercial del Mediterráneo occidental
M. MARTINS, L. FONTES ..... Bracara Augusta. Balanço de 30 anos de investigaçâo arqueológica na capital da Galécia Romana
E. DELLONG ..... Narbo, la ville et son proche territoire dans l'Antiquité: pour une approche renouvelée des espaces littoraux
D. BARRAUD, CH. SIREIX ..... Burdigala à la lumière des nouvelles découvertes
A. DESBAT ..... Nouvelles données sur la topographie de Lugdunum
R. NEISS ..... REIMS. Quelques acquis récents de la recherche archéologique
M. TRUNK ..... Augusta Treverorum - Débuts et développement d'une métropole
R. GONZÁLEZ VILLAESCUSA ..... Reims capitale de la Gaule Belgique et le réseau des villes de la province. Un essai



PROEMIO

La aventura Simulacra Romae se retrotrae a principios de siglo, con la creación de un sitio internet surgido de un network o red informática, financiado por un proyecto europeo en el marco de Cultura 2000.

Este proyecto reunió equipos de arqueólogos de las distintas ciudades que comparten el haber sido capitales de una antigua provincia del Imperio Romano. El objetivo de este proyecto consistía en reunir los conocimientos y a los protagonistas de la investigación sobre las ciudades que habían formado parte de un primer espacio común europeo. El sitio Simulacra Romae presenta a la opinión pública todas las novedades de la investigación siguiendo un doble enfoque, a la vez científico y divulgativo. Se trata de poner a disposición de los investigadores y del público en general los estudios arquitectónicos y análisis históricos y arqueológicos, así como la más reciente bibliografía de estas ciudades. Los administradores del sitio internet proponen una actualización permanente de los datos y novedades a través de la confección de planos arqueológicos y documentos de evaluación urbana y visitas virtuales de los distintos lugares estudiados.

La aventura Simulacra Romae fue también un coloquio celebrado los días 12, 13 y 14 de diciembre de 2002, cuyos actas fueron publicadas en 2004, en el volumen Simulacra Romae. Roma y las capitales provinciales del occidente europeo. Estudios arqueológicos, que pueden consultarse en el sitio www.simulacraromae.net.

El proyecto de organizar una segunda sesión de conferencias nació en Tarragona, antigua capital de la provincia tarraconensis, un espléndido día de julio de 2007 en la encantadora ciudad mediterránea. Simulacra Romae II debía reunir los participantes del antiguo proyecto y acoger otros que no habían podido participar en el primer coloquio. Esta nueva edición debía presentar los más recientes datos recogidos sobre el urbanismo antiguo de las antiguas capitales de provincia y reexaminar las metodologías de aproximación a las ciudades históricas a partir de los problemas planteados por la urbanización actual.

La obra que tiene entre las manos el lector reúne las comunicaciones del coloquio Simulacra Romae II, celebrado los días 19, 20 y 21 de noviembre de 2008 en Reims. La elección de adoptar un planteamiento comparatista con motivo de esta manifestación se impuso de forma natural. Se trataba de evaluar el proceso histórico de la romanización a través del estudio de distintas capitales provinciales. A lo largo de estas conferencias, los participantes, originarios de cinco países europeos, nos hicieron visitar las actuales ciudades de Lyon, Narbona, Burdeos, Tréveris, Reims, Cartagena, Tarragona, Mérida, Braga y Roma y sus sosias antiguas: Lugdunum, Narbo, Burdigala, Augusta Treverorum, Durocortorum, Carthago Nova, Tarraco, Emerita Augusta, Bracara Augusta, y, evidentemente, Roma.

Todas estas ciudades no compartieron necesariamente el mismo estatuto jurídico, ni las mismas cronologías ni procesos de fundación. En cambio, comparten su naturaleza de effigies parvae simulacraque (Romae) "imágenes de Roma" surgiendo como auténticos exempla para las poblaciones locales de su entorno provincial. A través de sus grandes obras y monumentos públicos (recintos y puertas, acueductos, foros, termas, teatros, anfiteatros, circos, monumentos funerarios y vías…), la arquitectura de estas ciudades siempre ha evidenciado un "pasado común" en la historia de las distintas naciones europeas.
 
Durante estos últimos años las ciudades se analizado intensamente como consecuencia de las excavaciones preventivas ligadas a las ordenaciones contemporáneas. Los nuevos métodos de gestión arqueológica desarrollados en la última década han producido una gran cantidad de datos que no son explotados siempre convenientemente. En paralelo, nuevas formas de musealización y valorización del patrimonio arqueológico se han ido abriendo paso.

El interés por Roma y su imperio se ha despertado en distintos momentos históricos y de distintas formas. Por ejemplo, el siglo XIX con los movimientos del romanticismo y del nacionalismo vio cómo historiadores, que incardinaban la condición de políticos, como es el caso de T. Mommsem (1817-1903) o el de M. Weber (1864-1920), se focalizaron en el estudio del derecho y de las instituciones romanas. Aunque se trate de una faceta más banal si se quiere, aunque posiblemente más extendida en el imaginario de la sociedad, el estilo Imperio, el nacimiento del urbanismo con Ildefonso Cerdà (1815-1876), o del urbanismo parisino del barón Haussman (1809-1891), o, finalmente, la institucionalización de la colonización en la conferencia de Berlín (1884-1885). Otro momento de interés por el pasado antiguo es probablemente el período actual. El interés de la Unión Europea por este proyecto es la prueba. Los vestigios de estas ciudades deben mostrarse a la opinión pública bajo una prisma común que ayude a comprender los orígenes de la idea de Europa y de un primer intento de lo que ahora llamamos globalización. Nos encontramos también inmersos en esa época del postmodernismo y del relativismo epistemológico que también influyen en los más recientes enfoques de la romanización. Algún día tendremos que realizar también la historia de nuestras propias investigaciones.
 
Es época de entender los matices y las diferencias que cada ciudad aporta al modelo común, que quizá se impuso en menor medida de lo que podíamos imaginar hasta ahora. En realidad, lo homogeneidad percibida en las ciudades romanizadas es más bien una utopía del pensamiento colonizador romano, más aplicada fuera de Roma que en la misma capital del Imperio, o, ejecutada de manera sincrónica en Roma y en sus provincias.
Durante las jornadas de noviembre de 2008 se sucedieron interesantes intervenciones. Cada una a su manera hacía hincapié en la necesidad de revalorizar el patrimonio arqueológico con el fin de afinar los conocimientos sobre las ciudades en función de problemáticas que "tienen en cuenta el conjunto del espacio urbano como objeto de estudio único", en palabras de R. Neiss en su comunicación sobre Reims. Este enfoque destinado a evitar la acumulación positivista de los datos permite reinterpretar antiguas excavaciones. Es lo que ilustran las dos colegas que intervinieron sobre Roma en relación con la reconstrucción de los foros imperiales, cuando hacen alusión a la práctica de una "arqueología de la arqueología", recurriendo a la "excavación" de los almacenes arqueológicos para poder mostrar al público los nuevos conocimientos adquiridos a la luz de la reinterpretación de nuevos hallazgos realizados de esta manera; o, perceptibles igualmente, en el ejemplo de los "mercados de Trajano" de Roma que han sido reinterpretados o el del santuario dedicado al culto imperial en Burdeos. Un buen ejemplo de esto mismo son las nuevas interpretaciones de la topografía monumental de la antigua Narbo con la realización de un SIG al servicio de la comprensión de la ciudad.

Por su parte, la frenética actividad de la arqueología preventiva desde la primera edición de Simulacra Romae, ha permitido mostrar novedades recién exhumadas como los puertos descubiertos en Lyon (Saint Georges) y en Reims (las recientes excavaciones del vieux port), construidos o reacondicionados en momentos en los que no esperaba encontrar las huellas de una actividad comercial tan importante, si hubiéramos adoptado una lectura tradicional de la ciudad antigua y su "decadencia".

El papel desempeñado por las élites locales no es nada desdeñable en muchos casos. Casi todas las ciudades tienen un pasado indígena que debió tener una importancia mayor en la elección de la capital de provincia. En Hispania el ejemplo más evidente es el de Cartagena, base militar de la potencia hispánica de los bárquidas que se transformará en colonia romana, y más tarde en capital de provincia. Braccara Augusta, por su parte es un oppidum peregrino. Otros ejemplos pueden contabilizarse en las Galias. La presencia de un asentamiento previo a la colonización de Lugdunum explica la fundación de la colonia, mientras que Durocortorum es la única "ciudad" al norte del Sena que merece ese nombre cuando llega de César por la zona. El oppidum galo desempeña aquí un papel innegable en la elección de Durocortorum como capital de la Galia Bélgica. Las élites, probablemente indígenas, imitan a continuación las formas constructivas romanas para permanecer en el "centro histórico" cuando la ciudad se amplía y las instalaciones artesanales ocupan los nuevos barrios. Élites indígenas que no encontramos paradójicamente en Tréveris excepto si tenemos en cuenta algunos hallazgos funerarios hechos cerca de la futura fundación o las dos legiones instaladas en el campamento romano de Petrisberg que "acechaban" desde la meseta que domina el espacio que será ocupado por la ciudad una decena de años más tarde.

El dinamismo urbano es la norma. La casi totalidad de los estudios presentados ponen de relieve la importancia de período agusteo en el proceso urbano de estas ciudades históricas. Esta fase se caracteriza por la creación de algunas de estas ciudades, o, en las ya existentes, por la creación de la trama urbana y la edificación de los recintos amurallados. Es también posible apreciar el mismo fenómeno en los foros de Roma que no se regularizan y monumentalizan hasta época del propio Augusto. La posterior evolución de las ciudades es menos lineal. Se reconocen algunas fases importantes de dinamismo urbano para Augusta Emerita, Corduba o Lugdunum en época tiberiana, con la construcción de santuarios o conjuntos dedicados al culto imperial. A veces, como lo mostró la exposición sobre Augusta Emerita, estas operaciones se realizan por medio de acuerdos firmados directamente entre el gobernador y las élites. Sin embargo estas intervenciones conocen ritmos variados: muy cortos en el caso de esta última, cuyos trabajos edilicios se realizan entre 26 y 30 d.C.; o, a un ritmo más lento, como en Corduba. En Tréveris, en tiempos del reinado de Adriano se lleva a cabo una gran tarea de monumentalización de la ciudad, con la construcción de un conjunto palaciego que supondrá, probablemente, la transferencia a esta ciudad del título de caput provinciae desde Reims.
 
Entre la fundación inicial de la ciudad y las primeras reorganizaciones, se detectan insuficiencias del espacio urbano a las que las autoridades prestaron atención. Esta situación debió generar tensiones entre los ciudadanos y los ediles. La falta de espacio debió conducir a procesos de expropiación previos a la construcción de estos grandes conjuntos urbanos identificados tanto en Corduba, como en Emerita Augusta, ciudad donde serán ocupadas hasta cuatro areae, Lugdunum, con la ampliación de algunas calles en detrimento de los edificios adyacentes; Tréveris con la construcción del conjunto palaciego; o finalmente, Reims, donde se construyeron pórticos sistemáticamente en todas las calles para añadir pisos a las casas. Cabe preguntarse si estos fenómenos evidencian proyectos de embellecimiento y de reestructuraciones urbanas, o más bien, de un crecimiento demográfico, o, quizá, de la acción combinada de una ordenación urbana y de un aumento de la población.

A menudo estas transformaciones urbanas de las capitales de provincia son la consecuencia de construcciones de conjuntos urbanos vinculados al culto imperial, como es el caso de Tarraco, Corduba, Augusta Emerita y probablemente Burdigala. Por otra parte, la lectura “indígena” propuesta en Reims del “santuario Norte” que se basa en paralelos conocidos en ciudades vecinas y, sobre todo, en el descubrimiento de una gran cabeza de Mercurio, podría también reconsiderarse con un nuevo enfoque. Si comparamos la posición y la monumentalidad escenográficas de este santuario con los santuarios provinciales extraurbanos de Lugdunum y Narbo y, sobre todo, con la concreta puesta en escena urbana de las tres capitales hispánicas Tarraco, Corduba y Emerita, nos encontramos ante el caso de una separación clara entre los sectores forales por una parte y los gigantescos recintos monumentales de culto imperial por otra. Algunos recintos fueron seguramente obras de carácter provincial. El de Tarraco, presidido por un templo utilizado para las ceremonias públicas del culto imperial del concilium provinciae Hispaniae citerioris y adornado con estatuas honoríficas consagradas a los flamines provinciales de mandato anual. Parece evidente que cada ciudad expresó sus propias alternativas en la definición urbana de estos espacios públicos. Por ello, no debe excluirse que la civitas de los Remi hubiera podido dotarse de un conjunto de este tipo que justificaría su carácter de caput provinciae.

La publicación de estas actas no habría sido posible sin la colaboración y el trabajo de los intervinientes que con su participación en el coloquio aportaron nuevas visiones sobre cada una de las capitales de provincia representadas actuando como auténticos legati Augusti. Nada habría podido hacerse sin el apoyo ni el evergetismo de diferentes instituciones: la región Champagne-Ardenne, la ciudad de Reims, la Universidad de Reims-Champagne Ardenne y el laboratorio Gegena, el Ministerio de Ciencia e Innovación español, la Direction régionale des affaires culturelles de y la Société Archéologique Champenoise. A todos ellos nuestro agradecimiento.

PROEMIO

L’aventure Simulacra Romae remonte au début des années 2000, avec la mise en place d’une page web issue d'un network ou réseau informatique, financé par un projet européen dans le cadre de Culture 2000.

Ce projet réunit les équipes d’archéologues des différentes villes qui partagent le rôle de chef lieu d’une ancienne province de l’Empire Romain. L’objectif de ce projet était de réunir les connaissances et acteurs de la recherche sur les villes qui avaient formé un premier espace commun aux européens. Le site Simulacra Romae présente au grand public toutes les actualités de la recherche selon une double approche, à la fois scientifique et vulgarisatrice. Il s’agit de mettre à disposition des chercheurs et du grand public des études architecturales et des analyses historiques et archéologiques, ainsi qu’un matériel bibliographique. Les administrateurs du site proposent une mise à jour permanente des données et résultats à travers la réalisation de cartes archéologiques et de documents d’évaluation urbaine et des visites virtuelles des différents sites étudiés.

L’aventure Simulacra Romae c’est aussi un colloque qui s’est tenu les 12, 13 et 14 décembre 2002, dont les actes, édités en 2004 dans le volume Simulacra Romae. Roma y las capitales provinciales del occidente europeo. Estudios arqueológicos, peuvent être consultés sur le site www.simulacraromae.net.

Le projet d’organiser une seconde session de conférences est né à Tarragone, ancienne capitale de province de la tarraconensis par une magnifique journée de juillet 2007 à la belle ville méditerranéenne  Simulacra Romae II devait réunir les participants de l’ancien projet et en accueillir de nouveaux qui n’avaient pas pu collaborer au premier colloque. Cette nouvelle édition devait présenter les données récentes recueillies sur l’urbanisme antique des anciennes capitales de province romaines et examiner les méthodologies d’approche des villes historiques à partir des problèmes soulevés par l’urbanisation actuelle.

L’ouvrage que vous avez entre les mains rassemble les communications du colloque Simulacra Romae II, organisé les 19, 20 et 21 novembre 2008 à Reims. Le choix d’adopter une démarche comparatiste à l’occasion de cette manifestation s’est naturellement imposé. Il s’agissait d’évaluer le processus historique de la romanisation à travers l'étude de différentes capitales provinciales. Tout au long de ces conférences, les intervenants, originaires de divers pays européens, nous ont fait visiter les actuelles villes de Lyon, Narbonne, Bordeaux, Trèves, Reims, Carthagène, Tarragone, Mérida, Braga et Rome et leurs sosies antiques : Lugdunum, Narbo, Burdigala, Augusta Treverorum, Durocortorum, Carthago Nova, Tarraco, Emerita Augusta, Bracara Augusta et, bien sûr, Roma.

Toutes ces villes n’ont pas nécessairement eu le même statut juridique, ni les mêmes chronologies et processus de fondation. En revanche, elles partagent leur nature de effigies parvae simulacraque (Romae) "images de Rome" en apparaissant comme d’authentiques exempla auprès des populations locales de leur environnement provincial. À travers leurs grands ouvrages et monuments publics (enceintes et portes, aqueducs, forums, thermes, théâtres, amphithéâtres, cirques, monuments funéraires et voies routières...), l'architecture de ces villes a toujours souligné la présence d'un "passé commun" dans l'histoire des différentes nations européennes.

Durant ces dernières années les villes ont été intensément étudiées à l’occasion de fouilles préventives liées aux aménagements contemporains. Les nouvelles méthodes de gestion archéologique développées dans la dernière décennie ont produit une grande quantité de données qui ne sont pas toujours convenablement exploitées. Parallèlement, de nouvelles formes de muséalisation et de revalorisation du patrimoine archéologique se sont mises en place.

L'intérêt pour Rome et son empire s’est révélé à différents moments et de diverses manières, par exemple au XIXè siècle avec le romantisme et le nationalisme lorsque des historiens qui avaient aussi la condition de politiciens comme T. Mommsem (1817-1903) ou M. Weber (1864-1920) se sont penchés sur le droit et les institutions romaines. Mais aussi sous un aspect plus superficiel bien que peut-être plus prégnant dans l'imaginaire des sociétés, avec le style second Empire, la naissance de l'urbanisme avec Ildefonso Cerdà (1815-1876), ou l'urbanisme parisien de Haussman (1809-1891), et, enfin, l'institutionnalisation de la colonisation lors de la conférence de Berlin (1884-1885). L'autre moment est probablement la période actuelle. L'intérêt de l'Union européenne pour ce projet en est la preuve. Les vestiges de ces villes doivent en effet être montrés au grand public sous un prisme commun qui nous aide à comprendre les origines de l'idée d'Europe et une toute première ébauche de ce qu'on appelle maintenant la mondialisation. Nous sommes aussi dans l’époque du postmodernisme et du relativisme épistémologique qui influencent les plus récentes approches de la romanisation. Il faudra donc certainement entreprendre un jour l’histoire de nos propres recherches.

Il est maintenant temps de comprendre les nuances et différences que chaque ville apporte au modèle commun, lequel s’est peut-être moins imposé que ce que nous pouvions penser jusqu’à présent. En effet, il s'agit probablement d'une utopie de la pensé colonisatrice romaine, plus appliquée hors de Rome qu’à Rome même, ou bien, appliquée d'une manière synchrone à Rome et dans ses provinces.

Durant les rencontres de novembre 2008 d'importantes interventions se sont succédé. Chacune à leur manière insistait sur la nécessité de revaloriser le patrimoine archéologique afin d’ affiner nos connaissances sur la ville selon des problématiques qui "prennent en compte l’ensemble de l’espace urbain comme objet d’étude unique", pour reprendre les mots de R. Neiss dans sa communication sur Reims. Cette approche qui vise à éviter l’accumulation positiviste des données permet de réinterpréter d’anciennes fouilles. C’est ce qu’illustrent la mise en valeur et la reconstruction des fora impériaux de Rome, lorsque les deux intervenantes évoquent la pratique d’une "archéologie de l'archéologie", passant par la "fouille" des dépôts archéologiques pour montrer au public les nouvelles connaissances acquises de cette manière; ou encore les exemples des "marchés de Trajan" de Rome qui ont été réinterprétés et du sanctuaire dédié au culte impérial à Bordeaux. C'est aussi ce dont témoignent les nouvelles interprétations de la topographie monumentale de l'ancienne ville de Narbonne avec la réalisation d’un SIG au service de la compréhension de la ville.

De son coté, l’activité frénétique de l'archéologie préventive depuis la première édition de Simulacra Romae a aussi permis de montrer des nouveautés comme les ports découverts à Lyon (port de Saint Georges) et à Reims (les fouilles du vieux port), construits ou réaménagés à des époques auxquelles on ne s'attendait pas à retrouver les traces d’une activité marchande aussi importante, suivant une lecture traditionnelle de la ville antique et de sa "décadence".
 
Le rôle joué par les élites locales dans beaucoup de cas n'est pas négligeable. Presque toutes les villes concernées ont un passé indigène qui a dû avoir une importance majeure dans le choix de l’implantation de la capitale de province. En Hispania, l'exemple le plus clair est celui de Carthagène, base militaire de la puissance hispanique des barquides qui deviendra colonie romaine, puis capitale de province. Braccara Augusta, quant à elle est un oppidum pérégrin. D’autres exemples existent en Gaule. La présence d’un site antérieur à la colonisation à Lugdunum explique la fondation de la colonie et Durocortorum est presque la seule véritable "ville" au nord de la Seine, à l'arrivée de César. L'oppidum gaulois joue ici un rôle indéniable dans le choix de Durocortorum comme capitale de la Gaule Belgique. Les élites, probablement indigènes, imitent ensuite les formes constructives romaines pour rester dans le "centre historique" lorsque que la ville s'élargit et que les installations artisanales occupent les nouveaux quartiers. Ces élites indigènes ne se retrouvent paradoxalement pas à Trèves excepté si nous tenons compte des quelques trouvailles funéraires faites à proximité de la future fondation ou des deux légions installées au camp romain de Petrisberg qui "guettaient" depuis le plateau le terrain qu’occupe la ville dix ans plus tard.

Le dynamisme urbain est la norme. La quasi totalité des études présentées met en avant l’importance de période augustéenne dans le processus urbain de ces villes historiques. Cette phase se caractérise par la création des villes elles mêmes ou, dans les villes déjà existantes, par la création de la trame urbaine et l’édification d’enceintes. Il est aussi possible d’apprécier le même phénomène pour les fora de Rome qui ne sont régularisés et monumentalisés qu'à l'époque d'Auguste. L'évolution des villes est par la suite moins linéaire. En effet, des phases importantes de dynamisme urbain sont reconnues pour Augusta Emerita, Corduba ou Lugdunum à l'époque tibérienne avec la construction de sanctuaires ou d’ensembles voués au culte impérial. Parfois, comme le montre bien le cas d’Augusta Emerita, ces opérations se réalisent par le biais d’accords passés directement entre le gouverneur et les élites. Néanmoins ces interventions connaissent des rythmes variés : très courts dans le cas d’Augusta Emerita où les travaux édilitaires sont compris entre 26 et 30 ap. J.-C. ; ou suivant un rythme plus lent, comme à Corduba. A Trèves, une grande entreprise de monumentalisation de la ville est menée sous le règne d’Hadrien, avec la construction d'un ensemble palatial qui supposera, probablement, le transfert du titre de caput provinciae à cette ville depuis Reims.

Entre la fondation initiale de la ville et les premières réorganisations, il y a des insuffisances de l’espace urbain auxquelles les autorités doivent palier. Cette situation devait générer des tensions entre citoyens et édiles. Le manque de place conduit alors à des processus d’expropriation avant la construction de ces grands ensembles urbains tant à Corduba, Emerita Augusta où ces derniers occupent jusqu’à quatre areae et Lugdunum avec l'élargissement de rues au détriment des édifices qui les bordent, qu’à Trèves avec la construction de l'ensemble palatial, ou enfin, Reims où des portiques sont édifiés dans toutes les rues pour rajouter des étages aux maisons. Ces phénomènes témoignent-ils de projets d'embellissements et restructurations urbaines, d'une croissance démographique ou de l'action combinée d'un réaménagement urbain et d’une augmentation de la population urbaine?

Très souvent ces transformations urbaines des capitales de province sont la conséquence de constructions d'ensembles urbains liés au culte impérial, comme c'est le cas à Tarraco, Corduba, Augusta Emerita et probablement Burdigala. Par ailleurs, la lecture « indigène » proposée à Reims du « sanctuaire Nord » qui s’appuie sur des parallèles connus dans des villes voisines et surtout sur la découverte d'une grande tête de Mercure, pourrait aussi être reconsidérée selon une nouvelle approche. Si nous comparons la position et la monumentalité scénographique de ce sanctuaire avec les sanctuaires provinciaux extra-urbains de Lugdunum et de Narbo et surtout avec la mise en scène urbaine précise des trois capitales hispaniques Tarraco, Corduba et Emerita nous nous trouvons dans le cas d’une séparation claire entre les secteurs des fora d'une part et les gigantesques enceintes monumentales de culte impérial, d’autre part. Certaines enceintes ont sans doute été des œuvres à caractère provincial. Celle de Tarraco est ainsi présidée par un temple utilisé pour les cérémonies publiques du culte impérial par le concilium provinciae Hispaniae citerioris et orné de statues honorifiques consacrées aux flamines provinciaux à mandat annuel. Il est maintenant évident que chaque ville a introduit ses propres variantes dans la définition urbaine de ces espaces publics. C’est pour cela qu’il n’est pas exclu que la civitas des Rèmes ait pu être dotée d'un ensemble de ce genre qui justifierait son caractère de caput provinciae.

La publication de ces actes n’aurait pas été possible sans la collaboration et le travail des intervenants qui par leur participation au colloque ont apporté un nouvel éclairage scientifique sur chacune des villes de province représentées en actuant comme des legati Augusti. Rien n’aurait pu être fait sans le soutien ni l'évergétisme de différentes institutions, à savoir la région Champagne-Ardenne, la ville de Reims, l'Université de Reims - Champagne Ardenne, le laboratoire Gegena, le Ministerio de Ciencia e Innovación espagnol, la DRAC Champagne-Ardenne et la Société Archéologique Champenoise. Qu'ils soient tous remerciés.