domingo, 10 de agosto de 2014

CICERONES, INTRUSOS Y TURISTAS

Visita guiada de los Mausoleos de Llíria
Josep Vicent Lerma
LEVANTE-EMV, 29 de junio de 2014

La reciente publicación en la prensa local de titulares de la guisa de “Una oportunidad para trabajar de guía turístico”, en la que se daba cuenta de un taller de empleo financiado por el Fondo Social Europeo para formar parados mayores de 45 años como nuevos cicerones de mercados y monumentos municipales, nos ha espoleado a revisar y analizar de modo compartido el estado actual este sector en alza del turismo cultural de nuestras ciudades costeras, especialmente en auge por mor de los altibajos del tráfico mediterráneo de cruceristas (Levante-EMV, 4-03-2014).

En este orden de cosas, al margen del Decreto 90/2010 de la Conselleria de Turismo de la Generalitat Valenciana por el que se modificaba el reglamento regulador de la profesión de guía turístico, lo cierto y verdad parece ser que la honrada labor de guía o acompañante está “liberalizada” y no requiere en la práctica de habilitación alguna para su desarrollo en la vía pública.

Distinta cosa es de acuerdo con la normativa legal el guiar a grupos de visitantes dentro de los llamados antiguamente Monumentos Nacionales y ahora Bienes de Interés Cultural (BIC´s), que sí requiere, en efecto, del correspondiente título de guía oficial, con conocimientos de idiomas, ya sean éstos reales sitios como el Escorial, jardines históricos como el de Aranjuez, acrópolis como el castillo de Sagunto o museos estatales como el propio Prado, siendo considerado a tenor del artículo 16 del citado reglamento autonómico una infracción muy grave el ejercicio clandestino de esta actividad, al menos en el ámbito valenciano.

Por su parte los museos y monumentos de Valencia disponen desde 2013, a través de concesión administrativa, de un solvente servicio de visitas guiadas para colegios y turistas que lo soliciten, si bien con la ininteligible peculiaridad de no ser de aplicación extensiva a la visita de la arquitectura histórica más frecuentada del Cap i casal, la célebre Lonja de los Mercaderes del maestro Pere Compte.

Edificio emblemático del gótico civil europeo y Patrimonio de la Humanidad desde 1996, restaurado exquisitamente por el arquitecto conservador Manuel Ramírez, que no obstante haberse dotado de un innovador acceso de visitantes, a tenor de los datos disponibles a día de hoy de la Oficina de Estadística, perdió paradójicamente más de 100.000 visitantes entre los años 2011 (602.522) y 2012 (481.957).

Panorama regional comparativamente matizado por la puesta en marcha en universidades francesas como la de Niza - Sophia Antipolis de nuevas licenciaturas profesionales como la de “Guide Conférencier, para formar agentes profesionales de la promoción del patrimonio cultural local, sustitutivas del anterior diploma expedido por una docena de ellas de “Guide Interprète National”.

Por consiguiente, como conclusión de toda la anterior casuística más o menos gremial y al margen de la típica picaresca de los free walking tours piratas, en nuesta opinión cabe colegir la necesidad de potenciar el nicho de empleo que supone para arqueólogos en paro y otros graduados superiores el turismo cultural, por medio de una búsqueda de la excelencia en la mejora de la cualificación de sus protagonistas legítimos y de una mínima regulación administrativa del mismo, a modo de auténtica policía turística, por parte de las consellerias competentes en materia de Turismo y Cultura.

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