martes, 28 de junio de 2011

SOBRE ARQUEOLOGÍA, GENES Y OTRAS MILONGAS...

No podemos dejar de pasar la oportunidad de comentar tres noticias casi simultáneas en el tiempo. Algo nuevo sobre Pere el Gran, un estudio antropológico y genético sobre los reyes de Aragón y el desciframiento del nombre de Jacob en el sepulcro del apostol Santiago.

No queremos ponernos demasiado trascendentes, aunque sí destacar que en dos casos se trata de estudios realizados a instancia de los gobiernos autonómicos. Que siguen siendo datos que, al menos en el estado actual de la noticia, completamente irrelevantes para el conocimiento histórico útil. Entre otras cosas porque, en el caso de la noticia sobre el apostol, no creemos que vaya a incrementarse la fe de los que peregrinan al lugar, como tampoco se vendría abajo la de los fieles que creen que los restos del apostol yacen en el subsuelo de la catedral.

Otra cosa que parece sospechosa es que no se haya leído todavía el nombre de Jacob en el exterior del sepulcro y hayamos tenido que esperar a 2011 para que alguien lo lea. Alguien que, por otra parte, y con sencillas búsquedas en Google o Dialnet no aparece asociado a publicaciones de filología hebráica, sino más bien relacionado con publicaciones de filosofía o teología (salvo error de homonimia). Semejante descubrimiento verá la luz en una publicación que será coordinada por el profesor asociado del Departamento de Teología Dogmática (sic) Piotr Roszak a quien en google books ni lo conocen pero que bendijo una talla del apóstol Santiago con ocasión de la Jornada sobre el Camino de Santiago que se celebró en Szafarnia (Polonia)  coincidiendo con el 700 aniversario de la erección de la iglesia del apostol, seguida de un simposio en la Universidad de Torun...

Ya, ya sabemos que se nos acusará de que mezclar las tres noticias no es de recibo. No obstante, estamos convencidos de que aunque detrás de cada noticia se encuentren equipos de diferentes valías, existen hilos conductores de los que ya hemos hablado en este blog: geopolítica, legitimación, control científico... Retratado por uno de nosotros en clave de humor en ¡Es la arqueología, estúpido!. No dudamos de los equipos que han trabajado en Aragón o en Cataluña, mientras que sí que albergamos algo más que dudas del pedigree científico de los descubrimientos apostólicos, pero tenemos la certeza de que las preguntas formuladas que dan lugar a estas investigaciones son improcedentes y, por buenas que sean las técnicas, métodos y profesionales puestos en marcha para responderlas, los resultados son, como decimos, irrelevantes.


Pere el Gran se teñía

El País, martes 21 de junio de 2011

Imagen: El País
Pere el Gran (Pedro III de Aragón, El Grande) se teñía y Blanca de Anjou sufría de juanetes (...) Ahora se ha revelado que ciertas alteraciones articulares en vértebras y costillas apuntan a un esfuerzo relacionado con el dominio de las riendas del caballo, algo que a un rey caballero se le supone. Pere presentaba un tumor cerebral benigno, probablemente asintomático. No está claro qué lo mató, pero todo apunta a una enfermedad inflamatoria o infecciosa pulmonar, quizá tuberculosis. Los análisis químicos de los pelos de la barba han permitido identificar la presencia de apigenina genisteina, producto procedente de la retama y utilizado históricamente para teñir -pillín monarca- los cabellos de rubio. En cambio, los de la cabeza los llevaba afeitados, parece que tras la muerte. Se ha determinado que el rey fue vestido inicialmente para su entierro con sarga de lana: se descarta, por su calidad, que se tratara de un hábito de monje. Bajo la cabeza le colocaron un cojín de seda carmesí relleno de plumas... [seguir leyendo y no se pierdan la kafkiana discusión en los mas de 300 comentarios que provocó la noticia] 


Identificado el gen de los reyes privativos de Aragón

Web del Gobierno de Aragón, miércoles, 22 de junio de 2011

Presentación del estudio sobre los reyes de Aragón.
Gobierno de Aragón

El Estudio antropológico y genético realizado por el Gobierno de Aragón, la Universidad de Zaragoza e Ibercaja confirma, entre otras cosas, la identidad de Ramiro II.

Los resultados del proyecto avalan una revisión de la historia de la organización de las monarquías y del papel de la mujer en las mismas (...) Los resultados del estudio identifican el gen real y sugieren la presencia de Ramiro I en el Panteón real de San Juan de la Peña. Asimismo, confirma la presencia de las tres hijas y la madre de Ramiro I en el sarcófago de Doña Sancha del Monasterio de las Benedictinas y la identidad de Ramiro II. Todo apunta a la identificación del monarca Alfonso I... [seguir leyendo]


Descifran el nombre de Jacob en la tumba del Apóstol

El Correo Gallego, sábado, 25 de junio de 2011

Sitio web del Departamento de Teología Dogmática
Universidad de Navarra 
Un profesor de Navarra realiza este revelador hallazgo histórico en el sepulcro. Junto a la inscripción aparece la palabra 'martir' (...) Enrique Alarcón afirma que ha descifrado la palabra Jacob, es decir, Santiago, escrita en el sepulcro que alberga las reliquias del Apóstol en la Catedral de Santiago. La inscripción, explica, está realizada en caracteres hebreos que se pueden datar en el siglo I después de Cristo.
Este nombre de Santiago en hebreo aparece entrelazado con la palabra griega martyr, que literalmente quiere decir testigo, y que Alarcón vincula con la celebración de la fiesta cristiana de Pentecostés.
Según explica, el rótulo objeto de estudio, que ya había sido descubierto por un investigador gallego, Isidoro Millán, hace más de dos décdas, "tiene una simbología muy rica, que se corresponde con las inscripciones sepulcrales que se conservan en el primitivo cementerio judeocristiano de Jerusalén"... [seguir leyendo]

jueves, 16 de junio de 2011

DE NUEVO CON LA CRISIS INMOBILIARIA Y LAS CONSECUENCIAS EN LA ARQUEOLOGÍA

Nos hacemos eco de esta noticia que viene a insistir en el negativo condicionamiento de la actividad arqueológica y patrimonial con la del sector de la construcción

Cae un 70% la actividad de arqueólogos por la crisis

Europa Press, 12 de junio de 2011

El presidente de la Asociación Profesional de Arqueólogos de la provincia de Huelva, Jesús de Haro, considera que la actividad del sector ha caído alrededor de un 70% con respecto a hace cinco años, antes del comienzo de la crisis, ya que la actuación de este gremio iba en paralelo a la actuación inmobiliaria por imperativo legal, debido a que muchas obras requerían un estudio arqueológico.

En declaraciones a Europa Press, ha explicado que los arqueólogos padecen desde el comienzo de la crisis inmobiliaria "una inexistente" actividad debido principalmente al declive en el sector privado que ha llevado parejo una progresiva caída de la obra privada y por tanto los estudios arqueológicos que deben realizarse, sobre todo si realiza la actuación en el casco urbano, ya no se llevan a cabo.

En este sentido, De Haro ha remarcado que su situación se ha ido agudizando conforme se ha ido agravando la crisis como consecuencia de su relación con el sector de la construcción.

Por ello, ha incidido en la "alta" tasa de desempleo que se registra en este gremio debido a la caída del ámbito privado, así como ha señalado que otro de los factores que han afectado su situación han sido "los recortes presupuestarios" en materia cultural, de protección y puesta en valor del patrimonio histórico. "Se encarga la mitad de lo que se hacía antes" en el sector público, ha agregado De Haro, que ha afirmado que estos recortes también han sido palpables en los proyectos de investigación universitarios.

Ante esta complicada coyuntura, el colectivo apuesta porque se faciliten las ayudas a las pymes y los autónomos --la mayoría se aglutina en este perfil--, a la par que ha hecho hincapié en la importancia de que se conciencie a la población de que la inversión en la arqueología puede ser "rentable".

"Muchos piensan que la arqueología es una actividad secundaria, pero el conocimiento del pasado puede ser un valor al alza", ha enfatizado el representante del sector en Huelva, que se ha mostrado convencido de que los yacimientos y el patrimonio arqueológico suponen un atractivo para el turismo.

En su opinión, una de las opciones para encarar el futuro es fomentar la inversión público-privada para que se lleven a cabo actuaciones, como la valoración de yacimientos o restauración, entre otras actividades, pero para todo ello es "necesario" el apoyo de las administraciones públicas a nivel local, provincial, regional e incluso estatal.

Un patrimonio "muy rico"
Respecto a la provincia de Huelva, ha destacado que se trata de un territorio "muy rico" en este sentido, ya que hay restos desde hace 5.000 años "de todas las épocas", pero "no se conoce todo el valor de nuestro pasado", ha lamentado.

De Haro considera que en ocasiones se han llevado a cabo "verdaderas aberraciones patrimoniales". En este sentido, ha puesto como ejemplo la situación acontecida en la Plaza de las Monjas de la capital, donde no se habrían valorado los restos hallados. "La pasividad de las administraciones, heredada generación tras generación, es otra de nuestras facetas de lucha que perjudican nuestra imagen como colectivo profesional ya que suelen enfrentarse públicamente y manipularnos cada vez que tenemos que tratar ante ellas de defender el Patrimonio de todos", ha enfatizado.

"Tenemos un patrimonio histórico-arqueológico muy rico, y mucho se conoce al hilo de la construcción, pero no se ha fomentado desde las administraciones la investigación. De ahí viene la dependencia excesiva que se ha producido de la construcción, que era lo único que daba trabajo", ha explicado.

Creación de sinergias
Por otro lado, De Haro ha incidido en que la actividad arqueológica, lejos de los que muchos piensan, genera sinergias y por tanto riqueza para otros sectores como las empresas de suministros del material, las copisterías técnicas, empleos en el ámbito de la topografía, en la geología o en la arquitectura.

La Asociación Profesional de Arqueólogos de la provincia de Huelva, constituida en 2005, cuenta con unos 40 asociados, de los cuales una docena en los últimos tres años han dejado la profesión por la complicada coyuntura y han tenido que optar por la búsqueda de empleo en otras cuestiones. Debido al "desánimo" por la situación actual la asociación apenas realiza actividades, como ha expresado De Haro, que ha destacado que en la misma están presentes distintas facetas de la profesión como arqueólogos de empresas privadas, municipales o investigadores.

Valoración de las empresas
Por su parte, según han informado a Europa Press desde el grupo Ánfora (empresa dedicada a la gestión y difusión del patrimonio), las actuaciones de este colectivo han dejado de centrarse en la iniciativa privada para dar paso a "la escasa" oferta pública, que puede dirigirse a la vigilancia de las obras de los dragados, a la puesta en valor del patrimonio o bien a la elaboración de proyectos museísticos.

No obstante, en el ámbito privado, los trabajos giran en torno a la consecución de líneas eléctricas y la construcción de parques eólicos, ya que en ambas actuaciones es preciso un estudio arqueológico.

En esta misma línea se han expresado desde el grupo Girha que han apuntado al aumento del desempleo en este sector, porque en muchos estudios de arqueología sólo se han quedado trabajando los socios de los mismos, así como ha incidido en la dificultad de los autónomos para conseguir alguna ayuda de las administraciones.

viernes, 3 de junio de 2011

ARQUEOLOGÍA Y CRISIS

Adjuntamos el siguiente texto de Desiderio Vaquerizo tanto por su evidente oportunidad como por su continuidad con la anterior entrega  Arqueología somos todos

Desiderio Vaquerizo Gil

Diario Córdoba, Viernes 3 de Junio de 2011

La historia reciente de la arqueología andaluza comienza con la transferencia de competencias en materia de Patrimonio Histórico desde el Gobierno central a la Comunidad Autónoma, a mediados de los pasados años ochenta. Hasta ese momento, había sido el Museo Arqueológico, de la mano de su directora, Ana M Vicent Zaragoza, el único garante de la recuperación y conservación patrimonial en nuestra ciudad, con más índice de fracasos que de éxitos. Aun así, buena parte del escaso legado material que hoy conservamos fue exhumado en aquella etapa, por lo que la balanza se desequilibra dramáticamente en nuestra contra.

Tras asumir toda la responsabilidad al respecto, la Junta de Andalucía crea, en el marco de la Consejería de Cultura, la Dirección General de Bienes Culturales, e inicia una nueva línea legislativa en materia arqueológica que desde sus primeros balbuceos pretendió ser (y fue) innovadora, ante lo cual el mundo de la investigación creyó iniciada una etapa diferente, abierta a nuevos planteamientos y rigurosa en todos sus niveles.

Sin embargo, a partir de ese mismo momento, y en coincidencia sustancialmente con el periodo álgido del boom inmobiliario, se inició también una actividad excavadora frenética gobernada por la improvisación, que puso patas arriba y con las tripas al aire a la inmensa mayoría de nuestras ciudades históricas, removiendo un volumen de tierra sin precedentes, en más de una ocasión sin verdadera necesidad (debido, entre otras razones, a errores gravísimos de planificación), sin las suficientes garantías de calidad en bastantes de los proyectos de intervención, las intervenciones mismas y las memorias de resultados de éstas, y, casi siempre, sin un plan adecuado de conservación, protección y divulgación de los restos. Algo terrible desde el punto de vista del conocimiento, pero que permitió el desarrollo de una nueva clase de profesionales: los arqueólogos urbanos o de urgencia, agrupados habitualmente en empresas, cooperativas o sociedades, que empezaron a proliferar en la misma medida en que se desarrollaba el mercado inmobiliario. Durante algo más de una década la cosa funcionó: se movía muchísimo dinero, las obras públicas y privadas alcanzaban dimensiones pocas veces vistas, la ciudad se extendió hasta límites sólo superados en época califal, y el mercado arqueológico se convirtió en el principal marco de inserción laboral para cientos de recién licenciados que accedían a él sin grandes exigencias de cualificación. Mientras, algunas instancias sociales, reforzadas por los medios de comunicación, se empeñaban en hacer de nuestros archivos del subsuelo la principal rémora para el desarrollo urbanístico, provocando entre la ciudadanía un rechazo explícito que se convirtió para muchos en la justificación moral que necesitaban. Primaban las prisas sobre la planificación, la inmediatez sobre el sosiego, el método sobre la ciencia, excavar sobre hacer historia, lo crematístico sobre la deontología, la parte por el todo. Y así nos fue. Hoy, de la innumerable relación de intervenciones arqueológicas realizadas entre 1985 y 2010 son pocas las que pueden considerarse lecturas estratigráficas realmente científicas; menos aún las que han visto la luz, o han servido para la resolución de un problema arqueológico concreto. Y de aquella inmensa pléyade de profesionales dedicados a la Arqueología en cualquiera de sus facetas, solo consiguen perseverar unos pocos, mientras el resto se han visto forzados a tomar nuevos derroteros.

Con la burbuja inmobiliaria estalló también la burbuja arqueológica, y nada volverá a ser como antes. Lo han entendido las Administraciones, y lo están sufriendo en carne propia quienes pensaron un día que podrían ganarse la vida en este campo. Por desgracia, serán pocos los que en el futuro podrán hacer arqueología urbana, sencillamente porque serán pocas las obras; pero, en cualquier caso, si llegara a producirse una situación similar a la vivida, cosa que dudo, hago votos por que no caigamos en los mismos errores ni en la misma falta de previsión.

Mientras tanto, quienes quieran desarrollar su carrera como arqueólogos habrán de reinventarse. ¿Cómo...? Mediante la formación sostenida, el compromiso con la realidad patrimonial inmediata, la internacionalización, el incremento de la investigación sobre el trabajo de campo, la imaginación, la versatilidad, la polivalencia y la solvencia.

No hay más vías, en una sociedad gobernada por la ausencia de valores que se niega a dar paso a los más jóvenes, que se mueve entre la falta de trabajo y la precariedad laboral, que no sabe qué hacer consigo misma.

Miren alrededor y no tendrán dificultad en percibirlo, porque los problemas indicados cobran especial dramatismo en Córdoba, y es obligación de todos marcar la senda a quienes han de sucedernos en el tiempo. Aprendamos, en definitiva, a rentabilizar nuestro pasado como recurso: histórico, patrimonial, económico, y quizá así logremos transmutar en futuro lo que hoy es solo desesperanza.

lunes, 23 de mayo de 2011

DE CUÁDRIGAS Y LUPANARES

Josep Vicent Lerma
Levante-EMV, lunes 23 de mayo de 2011

Tres años después de que la revista «Valentia» publicitase en la portada de su ejemplar n.º 30 de 2008 el ampuloso titular «De las cuádrigas romanas a la Fórmula 1», cuando las primeras gradas comienzan a remontarse un año más en el intermitente «Valencia Street Circuit», para dar cabida a los espectadores del estruendoso circo de los bólidos de la Fórmula 1 en los aledaños de dársena portuaria y el impacto económico real de los grandes eventos como éste en Valencia continúa siendo puesto en solfa por analistas económicos, en el mejor de los casos, 403 millones de euros de valor en términos de la producción y 1.528 empleos generados por el GP de Europa de 2008 (Levante-EMV, 24-8-2009), lo que ciertamente resulta palmario es, sino este artificioso enraizamiento en los cruentos espectáculos de masas de la antigüedad, su incuestionable repercusión en el incremento de los presuntos pingües ingresos pecuniarios del escabroso sector que se desenvuelve en torno al oficio más viejo del mundo.

Evocación de la ciudad de Valentia y su circo
Esta vez sí, en clara emulación de los tráficos carnales habituales en los alrededores de monumentos públicos y anfiteatros de la capital del imperio o de algunas de las notorias urbes provinciales de Hispania, inflamados por las competiciones entre aurigas blancos, azules, verdes y rojos o los sangrientos juegos de gladiadores, a tenor de los reclamos todavía publicados en estos últimos años en la sección de catalogados de nuestros periódicos vernáculos con guiños explícitos de estilo hooliganesco de «Calienta motores cerca del circuito. Next to the circuit 20 beautiful ladies», «F1. ¿Quieres tu Gran Premio?», «Disfruta de la Fórmula 1 con la compañía de las mejores señoritas de Valencia», «Con la…Fórmula Uno 60 buenas razones para que te aceleres. Really pretty girls waiting for you» o los frecuentes anuncios solicitando urgentemente en internet escorts para el fin de semana de la Fórmula 1, como antaño sucedía con las populares «gaviotas» de la VI Flota americana.

Escena erótica sobre una copa ática, ca. 510 a. de C.
Museo del Louvre. Wikipedia.
Lo que en una ciudad mediterránea como la nuestra, en la que hasta hace poco era fácil tropezarse en plena plaza de España con cartelería publicitaria a todo color del ahora célebre club de alterne Majestic Palace (Levante-EMV, 11-3-2011), promocionando literalmente «el retorno de Pompeya en sus termas del placer» para noches Vips —y a todas éstas, sin saberlo el arqueólogo Albert Ribera—, o publicidad de modelos de alto nivel —«cuando el lujo no es suficiente»— en carteleras de ocio nocturno, también, cómo no, «Calentando motores en el spa erótico más exclusivo, para hombres, mujeres y parejas». Por otra parte, no dejaría de formar parte de una secular tradición de tolerancia urbana, «dels pecats del piu Déu s´en riu», en la que se inscribía hasta el siglo XVII el renombrado arrabal valenciano de la «Pobla de les fembres pecadrius», «Bordell» o «Partit», pastoreado por el histriónico personaje del Rei Arlot.

Lucerna con escena de sexo bizarro
Escena de komos sobre ánfora ática. ca. 560 a. de C.
Staatliche Antikensammlungen de Munich. Wikipedia.
No en balde, la palabra «fornicación», tan denostada por los padres de la Iglesia, deriva de la latina «fornix» y su plural «fornices» (bóvedas), por ser bajo la protección de los pórticos abovedados de numerosos hipódromos, teatros, etc., donde las meretrices ambulantes romanas («prostibulae») desarrollaban por antonomasia sus prácticas amatorias, como el olvidado circo de Valentia, al que ya dedicamos el artículo de opinión. ¿Qué fue del circo romano de Valentia? En estas mismas páginas (Levante-EMV, 22-2-2000), o el propio estadio del emperador Domiciano, oculto bajo la actual plaza Navona de la capital italiana.

Casuística, al fin y a la postre, merecedora en el casto parecer de quien esto suscribe de ser incluida en la antológica obra «La Valencia prohibida: sexo vigilado en la ciudad» (2005) del bibliófilo Rafael Solaz.

miércoles, 27 de abril de 2011

¿REINOS DE TAIFAS?

Vestigios islámicos de Onda
Josep Vicent Lerma
Ricardo González Villaescusa

Levante-EMV, Domingo 24 de abril de 2011

Tras algunos años de alejamiento de la dinámica congresual al uso, como la ciencia arqueológica andalusí, sometida al sueño de los justos entre nosotros, la celebración del simposio «Los palacios como expresión del poder: los modelos andalusíes y su pervivencia» en Onda (Castelló), 29 de abril al 1 de mayo, nos lleva casi ineluctablemente a parafrasear aquí la obra de Juan Goytisolo de 1986.

En las jornadas organizadas por el Laboratorio de Arqueología y Arquitectura de la Ciudad (LAAC) de Granada (CSIC) y el Ayuntamiento de Onda, diserta una florida panoplia de investigadores y cuenta con una nutrida corte de invitados, muchos de ellos vinculados durante décadas a las tierras valencianas del antiguo Sharq andalusí, entre los que hemos venido disponiendo de silla en platea. Ni siquiera se echa a faltar al sabio referente de nuestro pasado árabe Pierre Guichard.

Pongamos, pues, sosiego en la tesitura de un tema de «moda», como es el de «el palacio taifa de la Alcazaba de Onda» (sic). Pese a que ya se sabe que las palabras y su semántica las carga el diablo, ninguna sombra de duda cabe albergar de la entidad histórica del hisn de Onda en los siglos de al-Andalus, pues ya aparece citado en los itinerarios de al-Udri (1003-1085). Este emplazamiento rural únicamente tendría un momento de especial expansión casi rayano en lo urbano, durante la última centuria antes de la conquista por Jaume I de Aragón. Tal panorama queda acreditado en los trabajos de los años ochenta del pasado siglo de arqueólogos como André Bazzana, en cuya enciclopédica Maisons d´Al-Andalus: habitat médiévale et structures du peuplement dans l´Espagne orientale (1992), solamente le atribuye la consideración de pequeño centro regional, siempre bajo la tutela de la única auténtica madina urbana de la Plana, Borriana. Es, asimismo, significativa su omisión en el estado de la cuestión «Diez años de Arqueología Medieval Valenciana», que el ínclito Rafael Azuar presentaría en las Jornades d´Arqueologia Valenciana de L´Alfàs del Pi de 1994.

Alberca de pluviales del yacimiento de Onda
Precisamente es el rescoldo de una reciente visita de uno de nosotros a este «Castell de les Tres-centes Torres», con la amable compañía de quienes durante 25 años han excavado, aunque sujetos a los avatares de las subvenciones públicas, el conjunto de la fortaleza y especialmente, el reducto del castillo campesino musulmán, el que nos invita a adentrarnos en su problemática arquitectónica de atrezzo impecable, aunque sobrevenida, al fin y a la postre. Allí, los restos exhumados en la cima permiten vislumbrar, más allá del aspecto de las mamposterías consolidadas, que se trata de un conjunto arqueológico particularmente interesante, en tanto proporciona un punto de partida para tratar de un abanico de cuestiones relacionadas con las actividades de aquellos viejos asentamientos rústicos, que en el crepúsculo del poder andalusí en nuestras tierras, manifiestan persistentes síntomas de vida urbana, por más que otros «waypoints» del GPS no serían menos idóneos para ello.

En el que algunos consideran inédito complejo residencial áulico taifa, en la islámica Unda, nos parece reconocer en realidad un conjunto de fortificaciones que en ningún caso situaríamos por su morfología con anterioridad a los últimos estertores del siglo XI. En la estimulante planta del recinto de la alcazaba los modelos previos de inspiración no deberían buscarse en remotos desiertos ni en tierras lejanas, en las que se alzaron palacios omeyas como el de Mshatta (Jordania), ni siquiera deberían pesar más que el hecho fehaciente de materiales constructivos del país, con texturas y aparejos de un típico recinto rectangular cambiante, con lienzos y torres redondas que refuerzan los ángulos y jalonan las cortinas murarias con el ritmo habitual en muchas otras fortalezas andalusíes.

Un trazado inteligente, unas fábricas y unas texturas que parecen encontrarse tan lejos de la Aljafería de Zaragoza, complejo palacial y sede excelente del poder de la dinastía de los hudíes, como tan cerca del yacimiento de Almiserat (Vall de Gallinera, Pego), con improntas de posible origen califal. La antigüedad relativa de la traza de algunos de los paramentos parece atestiguada por los vestigios exhumados durante el minucioso proceso arqueológico. En cambio, la formulación del muro de cierre de la alcazaba, trufado de torreones, no debería convertirse en argumento insoslayable, para establecer paralelismos con reputadas cercas palatinas.

En el interior de la qasba de Onda, la casa solariega dominante pertenecería a un periodo que, en nuestra posición de visitante accidental y sobre la base de nuestros propios conocimientos de casas islámicas de este momento en las urbes de Dénia, Alzira o Valencia, como las nobiliarias de l´Almoina o de la plaza del marqués de Busianos, situaríamos entre el último tercio del siglo XII y el primero del XIII. Quedan bien patentes en Onda los vestigios de algo que definiríamos como una mansión, de patio porticado con andén perimetral, crucero y alberca en uno de sus flancos, que aprovecha toda la superficie disponible en el recinto superior. Una vivienda, una gran casa sin duda, con soluciones similares a las que se hallan en algunos enclaves de la «madina Balansiya» como los antes citados, o en la terraza superior de la medina de Xàtiva, en el Bellveret.

Por consiguiente, en tanto la deseable publicación científica no disipe toda duda con argumentos de mayor enjundia que los genéricos del estilo de lo «más antiguo» y/o «más grande», nuestra visura sobre Unda es la de un pródigo hisn, con un proceso de fortificación en unas fechas ajenas al fulgor de las primeras taifas (circa 1.100 A.D.). Un siglo más tarde, el espacio de la acrópolis sería ocupado por una emblemática edificación, sin duda vinculada a un destacado gobernante como, por qué no, el propio Zayyan ibn Mardanish, señor de este castillo. Un espacio relicto, topográficamente excelente, en cuyo seno se construyó una diáfana casa nobiliaria. Con alcobas y departamentos ampulosos, aunque carentes de testimonio alguno de ornato excepcional, más allá de estucados a la almagra y amplios pórticos y donde los ulteriores contextos de abandono, no sugieren mayores propuestas de reconstrucción antes de la conquista feudal, ni en nuestra opinión siquiera autorizan ensoñaciones palatinas necesariamente más vetustas.

Artículo entre los 10 más votados por los lectores de Levante-EMV


sábado, 23 de abril de 2011

WIKILEAKS & ARQUEOLOGÍA

En la anterior entrada utilizábamos WikiLeaks de forma figurada haciendo alusión a los aspectos diplomático-nacionales que tienen que ver con la arqueología y el patrimonio. 

Nos ha picado la curiosidad y con la certeza de que tenían que haber auténticos cables relacionados con estos temas nos hemos topado con el estupendo blog Digging Digitally que tiene una entrada íntegra a WikiLeaks & Archaeology del 8 de diciembre de 2010. En estos cables descubrimos, sin excesiva sorpresa, la "financiación" de la guerra de Irak gracias a algunos de los saqueos del patrimonio irakí. O el jugoso cable en el que en una conversación entre el embajador de los USA, y el entonces ministro de Cultura español, César Antonio Molina, el primero intentaba poner en relación los procesos judiciales sobre el galeón español "Nuestra Señora de las Mercedes", y la empresa "Odyssey Marine Explorations" por el tesoro "Black Swan" que transportaba antes de su naufragio y los intentos de recuperar una pintura de Pisarro por parte de un ciudadano norteamericano.

Insistiendo en la anterior entrada, se puede aplicar punto por punto todos los extremos referidos en ella: pieza ausente de la soberanía de un país, Perú como tercer país en liza, (véase Tesoro peruano causa disputa entre usa y españa), junto a una empresa estadounidense y al estado español.

jueves, 21 de abril de 2011

LOS WIKILEAKS DE LA ARQUEOLOGÍA

Contraportada del libro de J. P. Payot

Ricardo González Villaescusa


El 17 de octubre de 2010 dábamos cuenta del libro La Guerre des Ruines del que ahora publicamos una reseña.

Jean-Pierre Payot, La guerre des ruines. Archéologie et géopolitique, Paris, Choiseul, 2010, 518 páginas.

El autor nos sumerge a través de una gran variedad de ejemplos bien documentados en los entresijos de la relación existente entre la arqueología y su corolario (las ruinas, los restos, los objetos...) y el territorio como soporte de la identidad nacional.

Se trata de la construcción de la historia de un territorio, de una nación, desde el suelo; de una reconstrucción estratigráfica de las identidades inscritas en los territorios. La arqueología supone el lazo entre la historia, el pasado y la patrimonialización, o lo que es lo mismo, ese mismo pasado erigido en símbolo de la memoria colectiva de un pueblo, de una nación que, por medio de un acto político, considera los restos dignos de conservación para las generaciones futuras. Es la fábrica del “derecho histórico”. El libro es el relato de la instrumentalización de una ciencia que, como recuerda P. Bordieu para las ciencias sociales en general, es demasiado importante, son demasiado acuciantes para la vida social y el orden simbólico, como para concederles el mismo grado de autonomía que a otras ciencias o como para otorgarles el monopolio de la producción de la verdad[1].

Memoria y arqueología

Si el espacio[2], como la nación, son construcciones sociales, no lo es menos el pasado. Olvido y memoria, anverso y reverso de la misma moneda, son el epicentro de estas construcciones. Se trata de aprovecharse del prestigio del pasado. Pero, mientras las fuentes escritas de la historia, apoyan estas construcciones, los vestigios, la materialidad, que ofrecen las ruinas y la arqueología como método privilegiado para su interpretación, proponen pruebas “inatacables” bien enraizadas en la tierra. P. Ricœur nos recuerda que "es la relación entre significación fenomenológica de la imagen-recuerdo y la materialidad de la huella (...) [la huella] tiene valor de signo: para pensar la huella hay que pensarla a la vez como efecto presente y como signo de su causa ausente[3]. Esa es la plusvalía de los testimonios materiales en relación con las fuentes escritas.

La construcción nacional y la integridad del territorio

Vercingetorix
Ese enraizamiento de los restos concede a la arqueología una ventaja mayor en la construcción social del espacio del que hablábamos: el desafío consiste en probar la primacía de la ocupación del espacio, nos dice el autor. La excavación y la ruina aportan un corpus de pruebas a un “derecho histórico” sobre el espacio.
Hermannsdenkmal

Desde los primeros capítulos el autor nos muestra que, desde los siglos XIX y XX, la arqueología contribuyó al nacimiento de la nación y del territorio, a la génesis de un espacio de soberanía validado por la arqueología. Un marco ideológico, el nacionalismo, avalado por una “ciencia” en una época en la que impera el positivismo. Desde la batalla de Alesia y Vercingetorix con la estatua del jefe galo (1866 con Napoleón III) para Francia, pasando por la gigantesca estatua de Arminius -Hermannsdenkmal-  (terminada en 1875 gracias a la financiación de la Alemania de Bismarck) y la clades variana, hasta la estatua de Boduognat en Amberes (1861 con el primer rey de los Belgas, Leopoldo I), así como el reciente descubrimiento del "tesoro de Ambiorix, rey de los Eburones"[4] en Beringen, Don Pelayo  y España… La lista es interminable.

Boduognat en Amberes
En este ambiente cultural, la arqueología, la "más nacional de todas las ciencias" y una de las profesiones que más ha contribuido al pluriempleo en los servicios secretos, cristalizaría en una corriente en la que convergían etnia, territorio y cultura arqueológica, las tesis de Gustaf Kossina (1858-1931). El concepto de mosaico de culturas (Kultur-Gruppe) y la Siedlungsarchäologie, el embrión de lo que hoy llamamos arqueología espacial, asociando espacio, territorio y artefactos. Aunque hoy en día esas teorías se encuentran muy lejos de las prácticas explícitas de los arqueólogos, al menos en su expresión políticamente correcta, la instrumentalización de los trabajos arqueológicos de que trata el libro encuentra sus fuentes de inspiración en ese fondo teórico. 

Estatua de Ambiorix en Tongres
Pues, como demuestra J. P. Payot ¿no obtienen todos los actores de la arqueología su interés recompensado en todos aquellos conflictos territoriales que basan su argumentación en la arqueología? ¿Los indígenas americanos y la extrema derecha americana, en el hallazgo del hombre de Kennewick en Washington? ¿Los arqueólogos y la Federación Rusa de la mano del ultranacionalismo ruso en torno a la ciudad de Arkaim al sur de los Urales y al norte de la frontera de Kazakstán? ¿El gobierno turco borrando el pasado ortodoxo y cristiano del suelo de Chipre? ¿Los griegos reclamando los frisos del Partenón? ¿El conflicto indo-musulmán de Ayodhya en torno al templo hindú y la mezquita? ¿El retorno a Etiopía del obelisco de Akxum llevado a Roma por Mussolini...?

Estatua de Pelayo en Covadonga
En el capítulo L'archéologie du divin se despliega un abanico de ejemplos sobre la interrelación entre religión y geopolítica. La arqueología del estado de Israel al servicio de la primacía de la presencia judía en Palestina, que no es otra cosa que la cuestión del control del territorio y su legitimación. Del otro lado, del de la autoridad Palestina, el mismo recurso a la arqueología como argumento cuando se lee que Y. Arafat replicaba que las excavaciones realizadas no permitían defender la evidencia de la gran ciudad de Jerusalén del relato bíblico y que en época del rey David sólo sería una aldea. Continúa el autor con los conflictos en torno a las excavaciones realizadas en la mezquita de al-Aqsa en 2007 y los intentos de judaizar Jerusalén y otros ejemplos, a los que añadiríamos el de la sepultura de Herodes encontrada por el arqueólogo Ehud Netzer en el corazón de los territorios ocupados[5].

Las piezas ausentes de la soberanía

Los objetos reclamados se convierten para J. P. Payot en las piezas ausentes de la soberanía ejercida sobre un territorio. El ejemplo más conocido es el de los frisos del Partenón, pero el autor nos cuenta también el del obelisco de Akxum, el del tesoro de Troya (con Turquía, Alemania y Rusia en liza), entre otros. Normalmente se trata de objetos sustraídos en el período colonial y que, tras la descolonización, los nuevos países intentan "completar las piezas ausentes de la panoplia simbólica de la soberanía (...) un material de soberanía que afecta, por su fuerza identitaria y su impronta territorial, al control simbólico de un territorio" (p. 71). Como afirma el autor, los estados concernidos no pueden renunciar a los vestigios que reclaman pero el rechazo de las antiguas potencias revela una posición neocolonial sobre sus antiguas colonias. ¿No es precisamente una prueba de esa diferente relación la nueva actitud de China en relación con los objetos sustraídos en el palacio imperial de verano y su nueva posición en el tablero de la geopolítica mundial?

¿Y en Francia?

En el último capítulo el autor aborda un tema que no consigue redondear como los anteriores. Es probable que sea temprano para abordar un sujeto tan delicado y reciente como el de los desafíos geopolíticos de la arqueología preventiva, lo cual merecería una investigación y una publicación por sí mismas. De todas formas, el autor anuncia explicaciones sugerentes. Sobre el origen de la arqueología en Francia y la opción liberal en que prevalecerá el derecho a la propiedad privada, la tardía implantación de un control sobre la actividad arqueológica, solamente a partir de la existencia de un régimen fuerte como el de Vichy y la consiguiente ley Carcopino...

Pero, aunque incompleto y apenas esbozado, lo que parece más interesante son las cinco páginas dedicadas a la arqueología preventiva hoy. El autor ubica la arqueología que representa la mayor parte de las intervenciones arqueológicas en Francia, la preventiva, en los desafíos de la geopolítica pues el territorio se ve inmerso en una relación de fuerza sobre la utilización del territorio, entre los promotores, privados o públicos, y los arqueólogos que intentan devolver de forma "inteligible la memoria del territorio" à la sociedad. Existe, pues, una legítima reivindicación de los distintos actores a actuar sobre el territorio, haciendo de nuestra ciencia, una "ciencia sensible". Como se ha dicho, el autor apenas se adentra en los problemas de la arqueología hoy y en suelo nacional pero algún día habrá que detenerse en detalle en este tema candente.

En síntesis, se trata de un libro que tiene el mérito de poner en valor un aspecto que, aunque conocido  del público especializado, es formalizado y enriquecido con plenitud de detalles (excesivos por momentos y que poco aportan en ocasiones a la tesis central). Hay que señalar que bajo la misma etiqueta enjeu géopolitique "objetivo geopolítico" el autor incluye  todos los ejemplos y sería recomendable que hubiera jerarquizado esos objetivos geopolíticos pues todos no representan la misma consecuencia política y los mismos planteamientos por parte de los diferentes actores implicados. Por otra parte, en ocasiones se observa cierta confusión entre los conceptos, pues si bien arqueología, ruinas, excavaciones, objetos, monumentos y patrimonio son, a veces,  equivalentes, no siempre es así. 
 
Si, como afirma A. Micaud[6], el patrimonio no existe en sí, y solamente una decisión política, colegiada y desde instancias con poder decisorio, selecciona qué merece ser protegido y qué merece ser conservado para las generaciones futuras. Al lado de las ruinas destacadas por esa decisión, el mismo poder puede olvidar otras que no interesa "patrimonializar" a causa de su significación de éstas en el territorio. Por otra parte, los "vertederos" de la historia, las fosas comunes de las carnicerías de las recientes guerras que necesitan de los métodos y técnicas propias de la arqueología no siempre son cuestiones relacionadas con un problema de soberanía territorial o, siquiera patrimonial, sino con un “deber de memoria” como dicen los franceses o con la “recuperación de la memoria” como decimos en nuestro país. Al contrario, las excavaciones de las fosas de ajusticiamientos arbitrarios poco tienen que ver con la aspectos territoriales sino que pretenden acabar con la confusión de la soberanía de un estado nación y la soberanía democrática de un pueblo. Como afirma M. Cuillerai[7], la relación entre historicismo y nacionalismo "ya no permite volver a una identidad que se constituye a partir de la historia nacional".

En definitiva, un libro que abre una nueva temática de investigación.


[1] P. Bourdieu, El oficio de científico. Ciencia de la ciencia y reflexividad, Barcelona, Anagrama, 2003.
[2] M. Lussault, L'Homme spatial. La construction sociale de l'espace humain, Paris, 2007.
[3] P. Ricœur, La mémoire, l'histoire, l'oubli, Paris, 2000.
[4] E. Warmenbol, La Belgique gauloise. Mythes et archéologies, Bruxelles, 2010.
[5] R. González Villaescusa, La tumba de herodes, el santo grial y el arca de la alianza,  Apuntes de Ciencia y Tecnología nº 23, junio 2007, p. 21-23.
[6] A. Micaud, La patrimonialisation ou comment redire ce qui nous relie (un point de vue sociologique), in Réinventer le patrimoine. De la culture à l’économie, une nouvelle pensée du patrimoine ? L’Harmattan, Paris, 2004, p. 81-96.
[7] M. Cuillerai, L'irreconcilié: histoire critique aux marges de l'amnistie, in S. Wahnich, (dir.). Une histoire politique de l'amnistie, Paris, 2007, 103.

domingo, 10 de abril de 2011

SOBRE LA PIEDRA DESNUDA


En la anterior noticia reproducíamos un artículo aparecido en el Diario de Córdoba del catedrático de arqueología de la Universidad de Córdoba, Desiderio Vaquerizo. No es una costumbre generalizada en nuestro blog el reproducir artículos de prensa sin más pero creemos que es una excelente ocasión para dar a conocer un libro de la catedrática Andreina Ricci de la Università degli Studi di Roma Tor Vergata del que nos encontramos preparando una edición en castellano y que confluye con alguna de las ideas expresadas en el texto del profesor Vaquerizo. 

El libro presenta las difíciles relaciones entre arqueología, ciudad, arqueólogos, urbanismo, sociedad, identidad, y, todo eso, nada menos que... ¡en Roma! Presentamos aquí una traducción de la sinopsis de contraportada y del índice y en breve presentaremos una reseña. Al frente del CESTER, el Centro Interdipartimentale per lo Studio delle Trasformazioni del Territorio, la profesora Ricci  ha hecho posible sacar la arqueología romana fuera de los foros, Fuori dai Fori, a los suburbios de la Roma actual y de la antigua Roma trascendiendo la monumentalidad y la arqueología contemplativa para proponernos una arqueología participativa en íntima relación con el tejido social.

 
Andreina Ricci, Attorno alla nuda pietra. Archeologia e città tra identità e progetto, Interventi Donzelli, Roma, 2006. 159 páginas (167 x 112 mm). Sobre la piedra desnuda. Arqueología y ciudad entre identidad y proyecto.


Ruinas, lugares, identidad, tomando Roma como referencia, este ensayo contiene una densa trama de reflexiones controvertidas en torno al uso público de los restos arqueológicos urbanos. Descodificando afirmaciones tradicionales, indaga sobre los nexos existentes entre bienes culturales e identidad colectiva en la  actual área metropolitana de la ciudad. Se pone en entredicho no solo el trabajo del arqueólogo sino también el de todos aquellos que se ocupan del patrimonio arqueológico urbano. Se propone no solo encontrar el equilibrio entre investigación y  salvaguarda  del patrimonio de las necesidades de transformación urbana, sino también, y sobre todo, nuevas propuestas que fomenten la participación activa de los ciudadanos en la comprensión  de su pasado y en la configuración de su territorio, en la construcción de su identidad colectiva, cada vez más variopinta y diferenciada.






Indice

Una nueva aria
    Ruinas en los parques y ruinas imaginarias
    Arqueología y uso público de la historia
    Aislamiento de los monumentos y religión de la política
    El futuro se separa del pasado

Difícil herencia
    Centro histórico y ciudad nueva
    Los recintos de la memoria
    Un paréntesis sobre los "residuos"
    Memoria y lugares
    Nuevos aislamientos
    Religión de la política/culto de lo antiguo
    Restos indescifrables
    Autoctonía romana
    Autoctonía y "familiaridad"
    Identidad: ¿condición o proceso?
    Alteridad negada y piedra desnuda
    Bienes culturales y "estado de excepción"

Partir del presente
    Nuevas alianzas
    Interpretación y "universo de consenso"
    Proyecto arqueológico y traducción
    Proyecto arqueológico y relato

ARQUEOLOGÍA SOMOS TODOS

Desiderio Vaquerizo Gil

Diario Córdoba, 25 de marzo de 2011

La Arqueología no sería nada sin la sociedad que la genera y la sostiene. Quienes nos dedicamos a esta profesión tenemos como objetivo último recrear los hechos (también, el pensamiento, la actitud ante la vida y la muerte) de quienes nos precedieron en el tiempo; o, lo que es lo mismo, hacer historia. Como todo el mundo sabe, trabajamos sobre los restos materiales de épocas pasadas: ruinas, cimientos, "tejoletes" y desechos orgánicos, que constituyen los archivos del suelo. Una categoría de fuentes que pasan de basura a documento histórico desde el momento en que son recuperados mediante un método científico y sometidos a exégesis por mentes perfectamente entrenadas para ello, capaces de ver más allá de lo obvio y generar conocimiento. Cualquier lugar en el que haya habido actividad humana guarda evidencias que, bien leídas e interpretadas, serán suficientes para reconstruir las vicisitudes del sitio y de quienes lo habitaron. Pero la cosa no queda ahí. Con frecuencia, esos mismos documentos materiales adquieren categoría artística o monumental y requieren un tipo de tratamiento particular destinado a conservarlos, ponerlos en valor y rentabilizarlos como recurso potencial, cultural y económico. Así, la Arqueología pasa de ser una forma más de recrear la historia para trascender su propia definición conceptual y necesitar de una gestión propia que la convierta en motivo de orgullo, seña de identidad y yacimiento de empleo. Nada más, y nada menos.

Esta problemática alcanza su máxima expresión en ciudades como Córdoba, con una complejidad como yacimiento que he ido desgranando en otros artículos y sobre la que seguiré reflexionando en el futuro. A nadie se le escapa el boom de la Arqueología en los últimos treinta años (sobre todo, en su vertiente urbana), y la crisis que la afecta desde que explotó la burbuja inmobiliaria, dado el fuerte maridaje entre ambas. Nada volverá a ser lo que ha sido, y en buena medida la responsabilidad es nuestra (me refiero a las Administraciones con competencias al respecto, al colectivo profesional de arqueólogos, y a la sociedad en su conjunto), por no haber sabido prever lo que iba a ocurrir, cegados por la vorágine del día a día y el dinero, ni tampoco abordar en su conjunto el espectro de posibilidades que permite y exige la disciplina, desde el punto de vista de la interpretación, la gestión y su reversión a la sociedad. Algo que desde el Grupo de Investigación que dirijo, en el marco de su convenio de colaboración con la Gerencia Municipal de Urbanismo, hemos ido abordando en la medida que permitían los tiempos y las fuerzas, pero que cobra ahora carácter de urgencia y se convertirá en prioridad los próximos años. Buscamos con ello transferir a la sociedad el conocimiento acumulado a lo largo de casi dos décadas de trabajo, convencidos de que sólo si la ciudadanía percibe y entiende lo que la Arqueología representa aprenderá a respetarla, cuidarla y defenderla. También, demostrar que existen otras formas de abordar el pasado, como un patrimonio común capaz de generar empleo sostenible y enriquecer la oferta patrimonial y turística de la ciudad, al tiempo que multiplica sus atractivos y su proyección en el mundo. De acuerdo con esta filosofía, hemos refundido la labor que ya veníamos realizando en un nuevo proyecto: "Arqueología somos todos", que mantendremos activo hasta que la sociedad cordobesa lo pida, y que de un modo absolutamente voluntarista por parte de quienes lo integramos, tratará durante los próximos años de acercar los últimos hallazgos de nuestra arqueología al cordobés de a pie, acudiendo a sus propios barrios. Visitaremos para ello los Centros Cívicos, a los que llevaremos exposiciones, charlas-coloquio y rutas guiadas; acercaremos la Arqueología a la calle mediante una exposición que tendrá lugar en el Bulevar Gran Capitán en la primera quincena de junio, y llamaremos la atención sobre la necesidad de saber dónde pisamos a través de conferencias repartidas por numerosas sedes, rutas a pie o en bicicleta por nuestro patrimonio arqueológico visible e invisible (me refiero al conservado en multitud de edificios y sótanos), y la puesta en marcha de arqueódromos (en los Centros Cívicos y en el Jardín Botánico) al que podrán asistir niños de entre cinco y diez años para probar por sí mismos la emoción que supone hacer historia. Se trata de un proyecto vivo y abierto, al que puede sumarse todo aquél que esté interesado (más información en ARQUEOCORDOBA) y que arranca casi de la nada, pero con el apoyo impagable de algunas instituciones, asociaciones, colectivos y empresas cordobesas que han entendido enseguida su necesidad y también su potencial, verdaderamente infinito. Gracias de corazón a todos ellos por permitirnos convertir en realidad una entelequia.

Permítanme terminar invitándoles a participar en la apuesta. El futuro de Córdoba es posible, y en él tendrá mucho que decir su pasado. Se lo debemos a nuestros jóvenes, que son nuestro incierto, pero también esperanzador presente.

viernes, 1 de abril de 2011

UN NUEVO ARTÍCULO SOBRE EL URBANISMO DE VALENCIA


Es un placer presentar un nuevo artículo sobre la historia urbana de la ciudad de Valencia. El estudio acaba de aparecer en la prestigiosa revista Madrider Mitteilungen del Instituto Arqueológico Alemán y trata del urbanismo de los barrios de Velluters y la Boatella. Se alinea en sus postulados teóricos y en la metodología utilizada con el publicado hace diez años  por uno de nosotros en la misma revista. 

El articulo es el resultado final de un trabajo de investigación de Claire Pichard presentado como memoria de Master en Paris I La Sorbonne, supervisado por J. Burnouf y G. Chouquer y, localmente, por R. González Villaescusa. Contó con la colaboración de la institución local del SIAM y la colaboración de J. V. Lerma

Ofrecemos el resumen en la lengua original del artículo (francés) y su traducción castellana así como el artículo sobre el barrio del Carmen.

Claire Pichard, L'évolution diachronique du paysage urbain des quartiers de la Boatella et de Velluters de la construction de la muraille islamique à nous jours (Valence), Madrider Mitteilungen, 51-2010, 455-490.
Fig. 8: Tramas urbanas del sector estudiado y la red de acequias

Résumé

Trois phases principales d’urbanisation sont traditionnellement distinguées dans l’histoire urbaine de la ville de Valencia. Celles-ci sont associées à trois urbanismes souvent présentés comme étant concurrents et en opposition dans leurs principes et leur application. Dans le cadre des quartiers de la Boatella et de Velluters, situés aux portes de la muraille islamique puis intégrés à la muraille chrétienne, l’approche morphologique du processus d’urbanisation permet d’une part d’appréhender de manière originale les modalités de la colonisation chrétienne d’un espace modelé durant cinq siècles par les musulmanes, et d’autre part de mettre en évidence des éléments qui permettent de réévaluer le clivage ville/campagne dans la fabrique de l’urbain. Cette étude revient sur des réflexions ayant trait à la part des planifications et au caractère impensé de la construction des villes.

Mots clés : diachronisme, histoire urbaine, pobla, acequia, paléochenal.

Resumen


Tradicionalmente se distinguen tres fases del urbanismo de la ciudad de Valencia. Se asocian a tres tipos de urbanismo, presentados frecuentemente como concurrentes y en oposición en sus principios y aplicación. En el contexto de los barrios de la Boatella y de Velluters, al exterior de las puertas de la muralla islámica e integrados posteriormente a intramuros de la muralla cristiana, la aproximación morfológica del proceso de urbanización permite comprender de forma original, por un lado, las modalidades de colonización cristiana de un espacio modelado durante cinco siglos por los musulmanes; y, por otro, poner en evidencia elementos que permiten reevaluar la cesura entre ciudad y campo en la fábrica urbana. Este estudio se detiene en cuestiones que intentan definir la planificación y el carácter "impensado" de las ciudades.

Palabras clave: diacronía, historia urbana, pobla, acequia, paleocanal.


R. González Villaescusa, El barrio del Carmen de Valencia: análisis morfológico e historia urbana, Madrider Mitteilungen, 41-2000, 410-435.
11.BarrioCarmen

miércoles, 23 de marzo de 2011

POLÉMICA EN TORNO AL HOTEL DE LA MARINA DE PARIS

Fachada del Hotel de la Marine de París

En línea con la atención hacia el patrimonio arquitectónico, un tanto transversal implícita en muchos de los artículos de este blog, la polémica sobre el uso por un operador privado del magnífico Hôtel de la Marine en Paris, obra del arquitecto neoclásico Gabriel, no puede ser soslayada en este foro y consecuentemente en este asunto debemos alertar contra estos nuevos experimentos gubernamentales tendentes a poner en manos de corporaciones económicas particulares determinados monumentos públicos, al socaire del actual crash económico.

Dificultades financieras que ablandan el rechazo natural de las opiniones públicas nacionales y a la postre abocan hacia escenarios inéditos e inverosímiles como la invasión de lonas publicitarias en entornos edilicios privilegiados, hasta ahora vetados para ello, como  la de una conocida marca de relojes díscolamente colgada en el mismísimo Puente de los Suspiros de la ciudad de Venecia.

Traducción del artículo aparecido en 
Le Figaro, 7 de enero de 2011 

Numerosas personalidades, entre las cuales se encuentra el antiguo presidente Valéry Giscard d'Estaing, se oponen a que este edificio del siglo XVIII pueda pasar a manos de una empresa privada. ¿Pesa como una losa el sentimiento de la decadencia francesa frente al necesario rigor presupuestario? Convencidos de que la concesión a una empresa privada del antiguo hotel de la Marina, antiguo Garde-Meuble real situado en la plaza de la Concordia, es un símbolo de esta decadencia, un buen número de personalidades ha decidido pasar a la acción. Instigados por Olivier de Rohan, presidente de la asociación que persigue la protección del hotel, historiadores, marinos, académicos o el mismo Valéry Giscard d'Estaing intentan defender, contra viento y marea, “la integridad del Hotel de la Marine”.

Recientemente, al amparo del anonimato, algunos miembros del Estado Mayor de la marina han dado a conocer su “inquietud” sobre el futuro de este edificio, construido por el arquitecto Ange-Jacques Gabriel en el siglo XVIII y que, desde entonces, ha sido la sede del Estado Mayor de la Marina francesa. Se ha extendido el rumor por todo París de que el propio Ministro de Defensa, Alain Juppé, “estaría incómodo” por el giro que han tomado los acontecimientos. Si bien el Ministro nunca lo ha declarado oficialmente, y en su entorno se resalta que el Ministerio de defensa no es propietario del hotel, y por consiguiente, no se encuentra implicado en el expediente, el rumor no deja de insistir: Alain Juppé estaría en contra de la concesión del edificio público a un operador privado, sobre todo si este último tiene como proyecto transformarlo en un hotel de lujo. 

Aunque nunca “firme petición alguna”, el antiguo presidente de la República, Valéry Giscard d'Estaing, ha hecho en esta ocasión, una excepción. Ha declarado que “he firmado para que el Estado conserve el monumento, aunque es posible entender que el Estado se vea obligado a deshacerse de edificios cuyo mantenimiento constituye una onerosa carga presupuestaria, debe prevalecer el interés patrimonial.”

Actualmente el hotel es ocupado por unos 1000 marineros, que deberán levantar el cuartel hacia el año 2014 para incorporarse al nuevo centro de la Defensa. Demasiado caro de mantener (unos 20.000 m² de superficie), será arrendado por el Estado a un operador privado, que gestionará libremente su explotación. Los eventuales candidatos tienen hasta finales de enero para presentar el proyecto de rehabilitación. Por el momento se conoce una única candidatura, la planteada por el hombre de negocios Alexandre Allard. Esta propuesta que plantea una mezcla de galerías de arte y hostelería de lujo y piscina privada, hace reaccionar a los defensores del patrimonio. “Estoy en contra de toda utilización mercantil de un bien del Estado”, afirma el historiador Max Gallo, mientras que el antiguo embajador Jean-François Parot considera que “la nación no debe liquidar su herencia”. “Los franceses no lo comprenderían” afirman, insistiendo en uno de los aspectos más sensibles de este asunto. 

Un museo del siglo XVIII
En el inmenso edificio, formado por más de 500 habitaciones, un sótano, dos patios, una escalera construida por Soufflot. Los salones en honor a Napoleón III junto con un ala de oficinas. Todo ello catalogado y, por lo tanto, muy costoso de rehabilitar. De ahí que la decisión, planteada por François Baroin, Ministro del Presupuesto, y por el primer ministro, sea la de arrendarlo a un operador privado por un largo período de tiempo. “¿Pero dónde estaremos todos en cien años?” objeta el académico Jean-Marie Rouart. Para éste, “desde el momento en que el Presidente quiere hacer una casa de la historia de Francia, hay una contradicción fundamental que consiste en no respetar un lugar que personifica precisamente esa historia”. El académico aboga por que el hotel sea transformado en un museo del siglo XVIII, lo que sería viable por el abundante mobiliario de esa época. 

En los próximos días, va a celebrarse una enésima reunión en presidencia. Reunión que no debería aplacar a los “opositores” sino que tendría por objeto alargar los plazos de presentación de proyectos con el fin de permitir presentarse a otros candidatos, y crear una comisión de seguimiento que podría ser dirigida por el Senador de la UMP Alberic de Montgolfier. “Al final será Nicolas Sarkozy quién zanjará la discusión” sentencia el entorno de Valéry Giscard d'Estaing.

Otros enlaces

Y, sobre el más que probable aplazamiento de la decisión por una comisión presidida por el antiguo presidente de la República Francesa, que junto a los miembros que la componen, son mayoritariamente contrarios al proyecto:

Valoriser l’Hôtel de la Marine par un acteur privé?